jueves, 11 de agosto de 2011

Colombia: Histórica primera condena contra la Iglesia Católica por sacerdotes pederastas

La Diócesis de Líbano-Honda deberá pagar 430 millones de pesos a dos menores abusados.

En un histórico fallo, el Tribunal Superior de Ibagué condenó a la Diócesis de Líbano-Honda a pagar 430 millones de pesos a dos menores de una familia de desplazados por la violencia, que fueron víctimas de abuso sexual de parte de un sacerdote.

El papá de los niños trabajaba como carretillero en Líbano. Foto: El Tiempo

Esta es la primera condena en la que la Iglesia Católica es declarada responsable por las acciones de curas pederastas.

Los hechos se remontan a junio del 2007, cuando el sacerdote Luis Enrique Duque Valencia, de 65 años, fue acusado de violar a los dos niños en la parroquia San Antonio, de Líbano, municipio del norte del Tolima.

Para la época, los menores tenían 7 y 9 años. Por la violencia en su natal Villa Hermosa, la familia de las víctimas llegó a vivir a la zona urbana de Líbano, donde el padre se rebuscaba el sustento como reciclador. Con una carretilla recorría las calles del municipio.

Ante la difícil situación económica, los dos pequeños quedaron al cuidado del sacerdote. Un día los menores les contaron a sus padres que el cura los acariciaba en las noches, cuando iban a dormir.

La denuncia llegó a la Fiscalía y a un juzgado de Líbano, que tras una larga investigación condenó al sacerdote a más de 18 años de prisión por el delito de acceso carnal violento agravado. Duque fue a parar a la cárcel, pero por vencimiento de términos recobró la libertad y terminó oficiando eucaristías en la parroquia del 20 de Julio, en Ibagué.

En el 2009 fue recapturado por la Policía, que lo ubicó en El Santuario (Antioquia). Hoy paga la condena en la cárcel Bella Vista, de Medellín.

"Se hace justicia porque la Diócesis nunca quiso ayudar económicamente a esta familia desprotegida", afirmó Jaime Berján Rodríguez, abogado de las víctimas.

De acuerdo con los argumentos del abogado, los dos muchachos presentan problemas de salud como consecuencia de los abusos, y deben recibir tratamiento.

La Diócesis de Líbano-Honda interpuso un recurso de casación para que el proceso sea conocido por la Corte Suprema.

'A la Diócesis le tocaría vender la catedral para pagar': Iglesia

Monseñor Juan Vicente Córdoba, secretario general de la Conferencia Episcopal, recordó que en este caso, en primera instancia, el juez falló a favor de la Diócesis de Líbano-Honda, sobre la base de que quien debía pagar era el sacerdote.

Según monseñor, la Iglesia no tiene por qué responder por los malos actos de uno de sus miembros, que además ya está en la cárcel. Señaló que la Diócesis es muy pobre. "Tendrían que vender la catedral de Líbano o algunos terrenos de parroquias", anotó.

Cree que el monto de la reparación es exagerado.

En EE. UU. la Iglesia ha tenido que pagar millonarias sumas por abusos de sus sacerdotes.

Fuente: ElTiempo.com

Más información sobre casos de pederastia de la Iglesia Católica aquí.

domingo, 7 de agosto de 2011

¿Periodismo por Twitter? También, gracias...

El Periodismo siempre ha tenido que nadar entre rumores y salvar (o perderse en) problemas de credibilidad. Los intereses empresariales, ya sean del propio medio, de anunciantes poderosos o de los políticos, han puesto entre la espada y la pared hasta a los directores que más arengan a favor de las libertades de opinión, expresión, información, prensa y demás. No en vano ya en el siglo pasado Luis Miró Quesada de la Guerra acuñó la famosa frase: "El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios”.


Siempre fue labor del periodista ético saber filtrar esos ruidos. Ahora, con Twitter y las nuevas herramientas, simplemente tiene que hacerlo más rápido y recordando que más vale pájaro en mano que (miles en este caso) volando. Esa es la única diferencia.

Y que mis ya no tan jóvenes colegas disculpen mi irreverencia, pero "lo conservador" hace tiempo que dejó de tener esa garantía de credibilidad casi exclusiva para enterarnos de lo que está pasando de la que habla en su blog el querido y siempre respetable maestro Juan Gargurevich. Desde hace algunos años, y cada vez más, nos enteramos de tantas cosas a través de medios alternativos que revelan verdades que medios "conservadores" desfiguran o simplemente ocultan.

Todas las fuentes se debe revisar con agudeza y cuidado, ayer, hoy y mañana. Las conservadoras y las modernas.

Pero claro, esto ya lo saben todos aquí.

Tal vez la historia del "tal 'Gerry' y la agencia de noticias que decía representar" no le dejó un buen sabor a mi @TioJuanito, así que me gustaría compartir con él algo que tal vez ayude a inclinar la balanza un poco más hacia el lado de lo que sí fue real: Twittero peruano ayudó a difundir la tragedia.

Mario Vargas Llosa vs. The World

Por: Marco Sifuentes @uterope | Perú21 | Domingo 07 de agosto de 2011

Más información, menos conocimiento” se tituló la última entrega de la habitual columna de nuestro Nobel en el diario El País. En resumen, MVLL sostiene que Internet es capaz de almacenar “a Proust, Homero, Popper y Platón, pero difícilmente sus obras tendrán muchos lectores. ¿Para qué tomarse el trabajo de leerlas si en Google puedo encontrar síntesis sencillas, claras y amenas de lo que inventaron en esos farragosos librotes que leían los lectores prehistóricos?” 
Y, así, Vargas Llosa llega a una terrible conclusión: “cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más tontos seremos”.
Paradójicamente, gracias a la Internet podemos leer cuatro respuestas muy interesantes a Vargas Llosa. 

Las cuatro tienen varias cosas en común: han sido escritas por profesores universitarios peruanos nacidos en la década del 70. Ninguna, en realidad, niega los cambios que la sociedad red está generando en el intelecto humano. Y todas han sido posteadas en sus respectivos blogs.

Para Diego Peralta @diegol19, en http://ir.pe/mvll01, MVLL “no está entendiendo que nosotros hacemos inteligente a Internet. Que la red somos todos nosotros compartiendo conocimiento. Youtube no sería lo que es sino subiéramos videos, Wikipedia no sería la gran enciclopedia, si nosotros no introdujéramos conceptos y Google no encontraría las cosas tan rápido y con tanta precisión, si nosotros no calificáramos la información con nuestros enlaces”. Para Peralta, simplemente, se está cerrando el “Paréntesis Gutenberg”, un pestañeo de 500 años de cultura impresa en medio de 100 mil de oralidad (oralidad recuperada en Internet). 

José Enrique Escardó @JEESxorcismo, en http://ir.pe/mvll02, parafrasea al mismo Vargas Llosa para responderle: “Tus artículos se seguirán leyendo, solo que (...) se leerán más en línea. Sí, es cierto que los baylys y corvachos y coelhos venderán más que tú en una feria del libro local (y en algunas de otros países también), pero tú mismo lo dices en tu charla La civilización del espectáculo: “la alta cultura (es) obligatoriamente minoritaria por la complejidad y a veces hermetismo de sus claves y códigos”.” 

Y es cierto: la “alta cultura” siempre ha sido minoritaria. Internet simplemente refleja le da voz a todos. Cultos e ignorantes, sabios e idiotas. Es verdad que nunca antes la palabra del idiota, siempre mayoritario, había sido tan difundida. Pero nunca antes se había difundido tanto todo tipo de palabra. Y eso, según Roberto Bustamante @elmorsa parafraseando a Pierre Levy en http://ir.pe/mvll03, genera no solo información, sino también conocimiento:

“...este escenario abre la posibilidad de una inteligencia colectiva, donde todos en (y conectados a la) red cumplimos una función de microproductores de conocimiento (esto es, pequeños rumiantes de data) en un entramado o panal de conocimiento bastante mayor. (...) Si vemos la gran fotografía, es posible que el conocimiento ahora sea mucho mayor que el de cualquier otra época que nos haya antecedido. Claro, en el aspecto micro, desde el individuo, puede que la escena no sea tan divertida o bonita.”

Víctor Krebs @synchronicity23, en http://ir.pe/mvll04, sostiene que, “acostumbrado a pensar con la secuencialidad de la imprenta, por lo menos desde la modernidad, el hombre occidental ha identificado lo racional con el pensamiento lógico. Ello explica nuestra resistencia a los cambios que estamos presenciando, pues desde la perspectiva alfabética o escribal desde la que los estamos mirando es imposible encontrarles validación”. Para Krebs, los cambios que introducen las nuevas tecnologías “podrían estar anunciando un nuevo renacimiento; quizás uno más conectado con la sensibilidad y la contingencia y más consciente de las carencias y opacidades de nuestra condición que el paradigma que nos ha formado en occidente.”

El remix de la sobreoferta de información para producir conocimiento es la esencia misma de Internet. Y con ese espíritu hemos remixeado los cuatro textos anteriores en este. Vargas Llosa tiene razón: esto va a cambiarlo todo. Pero Vargas Llosa no tiene razón: no necesariamente será para mal. Dicho esto, procedo a seguir leyendo uno de los 80 libros piratas que tengo en el iPad, el aparatito con el que he redescubierto el placer de la lectura larga. Sorry, Feria del Libro.

sábado, 6 de agosto de 2011

Una libertad religiosa subjetiva y tramposa

Hace unos días tuve la esperanza de que el expresidente Alan García había dado pasos favorables hacia una mayor independencia del Estado con relación a la Iglesia Católica (sí, dicen que la esperanza es lo último que se pierde). Pero, para no perder la costumbre, sus sorpresas negativas terminan por aplastar a la ilusión.


Anoche leí el flamante (y flamígero) reglamento de la Ley de Libertad Religiosa y me quedé con la boca abierta. No soy abogado ni creo tener que serlo para entender el espíritu discriminatorio e inconstitucional de esta ley.

Cuando la Iglesia Católica perdió su estatus de religión oficial del Estado peruano al promulgarse la Constitución de 1979, se aseguraron de que no desaparezcan los múltiples beneficios que habían obtenido en su larga relación con el poder desde que llegaron en el siglo XV a extirpar paganas "idolatrías" e imponer sus creencias a punta de espada y "Santa" Inquisición. Es así que, a solo nueve días de iniciarse el segundo mandato del arquitecto Fernando Belaúnde, la Santa Sede y el Perú firmaron un acuerdo conocido como el Concordato. De la lectura de ese documento uno puede deducir rápidamente que eso de Estado laico o no confesional es, en la práctica, pura palabrería.

Con el reglamento de la Ley de Libertad Religiosa ha pasado algo similar y probablemente peor. Ahora el cardenal Juan Luis Cipriani debe estar pensando seriamente en mover del primer lugar en su lista de amigos a Alberto Fujimori y poner a Alan García. La Ley de Libertad Religiosa es discriminatoria y pone en riesgo el principio constitucional y derecho humano universal de la libertad de conciencia, religión y culto. Además, y seguramente bien pensado por García para su retorno en el 2016, el Decreto Supremo que la pone en vigencia fue publicado el 27 de julio. Casi casi como el Concordato del 80.

Sin querer complicarle la vida a mis lectores, y pidiéndoles que revisen el "bendito" reglamento y saquen sus propias conclusiones, me limitaré a hacer solo un par de comentarios que sirvan para sustentar mi hipótesis de que esta ley únicamente sirve para dar a la Iglesia Católica mayores beneficios de los que ya tenía.

Uno de los peores abusos de este reglamento es que no se consultó con los grupos religiosos no católicos, grandes o chicos. Si se hubiera hecho esto, definitivamente el documento no parecería redactado en alguna de las oficinas del (exento de impuestos) Arzobispado de Lima.

Las barreras que se imponen para la inscripción de las "Entidades Religiosas" son absurdas y condenan (a propósito, sin duda alguna) a la informalidad a la mayoría de los grupos religiosos no católicos. Entre los requisitos para conseguir la inscripción se exigen "documentos escritos, gráficos o audiovisuales que permitan establecer de manera fehaciente la presencia activa de la entidad religiosa por un periodo no menor de 7 años". Pero lo más grave es que, para ser aceptada en el Registro de Entidades Religiosas, otro de los requisitos es que cuenten con no menos de 10 000 fieles o adherentes mayores de edad.

Esto último constituye un acto discriminatorio e inconstitucional, ya que la libertad de conciencia y de religión (y la subsecuente libertad de culto) son derechos de todos los ciudadanos no solo desde el momento de su nacimiento, sino, como dice el artículo 2.° de la Constitución: "El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece". Esto está obviamente dirigido a perjudicar a la mayoría de religiones no católicas, ya que estas son usualmente adoptadas por mayores de edad que han abandonado la religión católica, en la que fueron bautizados (y ya se consideran miembros) "sin su voluntad" a los pocos días o meses de nacidos. Sin embargo, según esta ley, los que practican otras religiones deben esperar a la mayoría de edad para ser considerados como miembros o fieles.

Un requisito del reglamento parece sacado de una bula papal de la Edad Media o del Malleus Maleficarum: "Declaración Jurada suscrita por el mismo representante, en el sentido que la entidad no tiene finalidad de lucro, y no realiza actividades políticas, que no desarrolla actividades relacionadas con fenómenos astrofísicos, psicológicos, parasicológicos, de adivinación, astrología, espiritismo, difusión de ideas o valores puramente filosóficos, humanísticos, espiritualistas, ritos maléficos, cultos satánicos u otro tipo de actividades análogas". Es decir, si no estuviera amparada por el Concordato, ni la propia Iglesia Católica podría estar inscrita como entidad religiosa. Comenzando por el pequeño detalle de no realizar actividades políticas...

Estas restricciones (que más adelante se dice que pueden motivar que la entidad religiosa sea retirada del registro) son subjetivas y están planteadas desde el punto de vista de la teología católica y no de la legalidad. Por ejemplo, la Iglesia Católica prohíbe a sus fieles consultar horóscopos o cartas astrales, lo que es una práctica milenaria en otras religiones mucho más antiguas y totalmente válidas. Con estas absurdas restricciones, una religión que existe miles de años antes que la católica y tiene millones de miembros en todo el mundo no podrá ser registrada en el Perú porque alguien puede decidir que sus prácticas transgreden este requisito.


¿Quién va a determinar en la Dirección de Asuntos Interconfesionales del Ministerio de Justicia -que es de quienes depende este registro- qué son "fenómenos astrofísicos, psicológicos, parasicológicos, de adivinación, astrología, espiritismo, difusión de ideas o valores puramente filosóficos, humanísticos, espiritualistas, ritos maléficos, cultos satánicos u otro tipo de actividades análogas"? ¿El ritual católico de la Eucaristía, en el que se asegura la transustanciación del pan y el vino, que se convierten (no simbólica, sino literalmente) en el cuerpo y la sangre de Cristo, sería o no una clase de espiritismo o evento parasicológico? ¿No es acaso la invocación a santos y ángeles una relación con espíritus? ¿No sería el ritual del exorcismo un fenómeno que se mueve entre lo parasicológico, lo psicológico y lo espiritista? 

Más allá de análisis teológico-dogmáticos, según este (ponga usted el adjetivo) requisito, todo lo que no sea católico no podría ser considerado religión y los ciudadanos que practican otra fe simplemente no tienen los mismos derechos. Ese solo párrafo convierte a la Ley de Libertad Religiosa en inconstitucional y, peor aún, en ridículamente discriminatoria. Faltó escribir en latín que las religiones debe creer en un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo (caramba, ni a eso podemos llegar porque el Espíritu Santo podría entrar en la categoría de espiritismo si algún funcionario del Ministerio de Justicia tiene la mente moldeada por alguna cómoda secta de estrictos exegetas de la ley).

Y las barbaridades no se detienen en ese párrafo. Más adelante se exige la reinscripción de todas las entidades religiosas que ya estaban inscritas anteriormente, pero aplicándose los nuevos requisitos. Y, como martillazo final a las brujas, si alguna organización religiosa quiere acceder a los mismo beneficios que tiene la Iglesia Católica, a través de los convenios de colaboración que garantiza la Constitución, la cosa se pone más selectiva. Bueno, claro que no a los mismos, porque el Estado no le va a pagar asignaciones ministeriales a su cuerpo jerárquico, como sí lo hace con la Iglesia.

Para empezar, la entidad religiosa debe haber franqueado una antojadiza barrera de 50 000 fieles y tener diez años de existencia posteriores a su inscripción en el registro. Es decir, solo aquellas religiones con diecisiete años de existencia podrán pensar en siquiera acercarse al ministerio a pedir un formulario para celebrar convenios con el Estado peruano. Y no olvidarse de acompañar el documento del Jurado Nacional de Elecciones que acredite el medio centenar de miles de fieles.

Pero, la sacrosanta simplificación administrativa no termina ahí. La entidad religiosa DEBE acreditar su presencia en TODOS los departamentos del país. No, no basta con que haya fieles, ni siquiera si están organizados y se reúnen en la casa de alguno de ellos, sino que debe tener "templos, personas encargadas y autorizadas de brindar asistencia espiritual". Además, solicitan "garantía de estabilidad y permanencia". Otro criterio absolutamente subjetivo en su medición y aplicación.

Finalmente, si bien se acepta que los presos y otras personas que requieran asistencia espiritual de sus entidades religiosas puedan solicitarla, con estas innumerables trabas, casi ninguna podrá brindarla. Y listo, así es como queda servida la mesa para la Iglesia Católica. Si no está el pastor o el guía espiritual que representa las creencias del necesitado, siempre estará el cura de turno. Y, ante la desesperación, el consejo religioso será bienvenido y la fe perdida, recuperada. Así de facilito. De vuelta al redil, oveja descarriada, cortesía de la nueva Ley de Libertad Religiosa del último día de San Alan García, el santo patrono de la Lima del Cristo del Pacífico. Jaque pastor, literalmente.

Podría analizar muchos otros aspectos de esta ley que millones de no católicos esperábamos fuera una señal de apertura y modernidad. Pero no. Con lo escrito basta para dejar claro que significa una manera más en que la Iglesia Católica, a través de sus buenos amigos en el Congreso y en el Poder Ejecutivo, han hecho primar sus intereses atropellando la Constitución, los derechos humanos (que ya sabemos que son una cojudez para Cipriani y, como lo demostré en un artículo anterior, para el Vaticano en general) y la diversidad de creencias de un pueblo cada vez más variado.

Es deber del nuevo Gobierno y del presidente Ollanta Humala, quien aseguró el respeto a la libertad de culto en su juramentación, revisar este reglamento seriamente y pedirle al Congreso que haga las modificaciones necesarias para adecuarlo a la normatividad vigente en nuestro país y no a los intereses de una religión que teme a la competencia leal.

Y, si eso no sucede, es deber de los ciudadanos exigir ante la Defensoría del Pueblo y el Tribunal Constitucional las acciones que signifiquen el respeto a los derechos fundamentales de la persona que abren con contundencia pero poca eficacia la Constitución Política del Perú, la del 93 y la del 79 (por si alguien se pone quisquilloso con el tema de moda).

martes, 2 de agosto de 2011

1 respuesta + a 01001101 01010110 01001100 01001100

(Actualización: el montaje es mío)
El domingo estuve pensando en escribir una respuesta al artículo Más información, menos conocimiento de Mario Vargas Llosa, pero preferí hacer un pequeño sondeo en Google+. Aunque no participó mucha gente -por lo que no debería siquiera atreverme a llamarlo sondeo- queda claro que la mayoría de los que respondieron leyó su artículo por internet (y otros que no lo leyeron lo harían si les pasaran el enlace). Pueden ver los resultados (y seguir votando si quieren) aquí.

Mi padre, que tiene casi la misma edad de MVLL, me dijo hace más de diez años que internet era una moda pasajera. A los dos años de haberle cambiado el sistema a su empresa, botando las máquinas de escribir y poniendo más de veinte computadoras en red y conectadas a internet, además de haber creado uno de los primeros sitios web interactivos para medios de comunicación en nuestro país, las respuestas de los visitantes lo motivaron a mencionar la palabra internet varias veces al día. Una buena dosis de realidad hizo que entendiera que las cosas ya no funcionan como hace -enta años (reemplace usted el guion por la cifra de su conveniencia). Para bien o para mal, esa es otra historia. Una historia en la que generalizar puede ser ofensivo, como lo es generalmente.

La inteligencia y el conocimiento se pierden (o ganan) por voluntad (o decisión) propia, no por una máquina o una red que te presiona a saber menos sobre más cosas. Si eres incapaz de rescatar tu humanidad frente al avance desbocado del imperio de las máquinas (o, como lo llama MVLL, la imparable robotización humana), no es culpa del sistema (operativo), de los bytes, de los mensajes de texto y tampoco de los tuiteos. Como no la es de los billetes si piensas que por ganar dinero puedes pisotear a quien se te ponga enfrente. Si no quieres ponerle una coma a una oración o una tilde a una letra, no es porque te embruteció un aparato o la dinámica de quienes lo usan contigo, es porque no te da la gana de hacerlo (y, para soportar la vergüenza o resignarte ante tu flojera, le echas la culpa al corrector de Word, a tu teclado sin tildes o a la falta de tiempo). En el citado artículo del nobel de literatura hay más de una acento ortográfico innecesario. Y no creo que se deba a que lo escribió en su BlackBerry.

El mundo cambia siempre, todos los días, a cada minuto. Si te dejas arrastrar por lo peor de los procesos de transformación, no es culpa del cambio, sino de tu actitud frente a él. Es voluntad tuya. Y quiero dejar claro que usé las palabras cambio y transformación, no evolución (ni involución).

Si quieres embrutecerte, lo harás con o sin un phone (más) smart (que tú).

No Mario, tus novelas no dejarán de ser leídas. Ahora al señor Johannes Gutenberg le toca descansar el brazo un poco y Mr. Kindle lo ayudará con clics en lugar de saliva en los dedos. El esfuerzo por volver los textos más interesantes para su descarga es tan tuyo como lo es hace décadas para que la gente vaya a las librerías y compre el papel. Tus artículos se seguirán leyendo, solo que, mira la microencuesta, se leerán más en línea. Sí, es cierto que los baylys y corvachos y coelhos venderán más que tú en una feria del libro local (y en algunas de otros países también), pero tú mismo lo dices en tu charla La civilización del espectáculo: "la alta cultura (es) obligatoriamente minoritaria por la complejidad y a veces hermetismo de sus claves y códigos".

Sí se le puede poner espíritu a la máquina. Sí puede uno enriquecer su humanidad con la tecnología. No temas Mario, que no toda costumbre es siempre la mejor porque le guste a algunos intelectuales. Los tiempos cambian. Los modelos se transforman. Y por supuesto que a quienes se acostumbraron al anterior les dolerá. A ti te gustan las corridas de toros y crees que son símbolo de alta cultura. Tus nietos y sus amigos ya no creen eso. Y eso no los hace menos cultos o inteligentes.

Hace un par de días veía una película y un programador le preguntaba a un tipo culto: "¿Cuántos idiomas sabes?". El culto, acomodando con el dedo meñique en alto las solapas de su costoso saco, le respondió, con esa sonrisa de medio lado que tienen los guapos al andar: "Cinco". El geek lo miró, con sus zapatillas baratas y sus argénteas ojeras de tecleador insomne: "Yo solo sé uno: 1 y 0. Y con ese idioma puedo destruir tu vida o volverte millonario". 

El mundo cambia y el que se va no hace bien en insultar al que llega. Ustedes que se van no lo hicieron tan bien que digamos.

Traducción: Cuanto más inteligente sea nuestro ordenador, más inteligentes debemos ser nosotros

Misterios no tan santos detrás de la muerte de un joven sodálite

El domingo 31 de julio, el noticiero 90 Segundos de Frecuencia Latina presentó una noticia que otros medios no habían tratado. Un joven brasileño de diecisiete años había sido tragado por el mar el viernes 29 en la playa Santa María.

Sitio web del Sodalicio de Vida Cristiana en Brasil

Ese mismo día, la edición impresa del diario La República dio cuenta de la noticia mencionando que se trataba "del seminarista Joao Carlos Junior", el cual había asistido a la playa con "quince jóvenes católicos". Sin embargo, el noticiero del 2 fue más explícito al revelar que el parte policial mencionaba que el adolescente estaba vinculado al Sodalicio de Vida Apostólica (seguramente un error del policía que hizo el parte, ya que el nombre es Sodalicio de Vida Cristiana), organización religiosa de raíces peruanas que cuenta con sedes en varios países del mundo y de cuyos escándalos se ha hablado varias veces en este blog y en otros medios de comunicación.

El reportero de 90 Segundos se acercó a una de las casas del Sodalicio en San Bartolo, la playa vecina, para indagar sobre este caso. Un sodálite no identificado lo atendió con la puerta entreabierta y solo le dijo "no conocía a Joao, llegó de visita y tuvo ese accidente". Además, le dijeron que el joven se hospedaba en la casa de retiro del colegio Santa María, en Surco, y no ahí. Hasta el momento, nadie ha salido a ratificar o negar estas versiones.

La extraña manera en que trataron la noticia los poquísimos medios que lo hicieron despertó mi curiosidad. Voy a explicar brevemente algunas de las dudas que tengo.

1. En su primer informe del domingo, La República presenta detalles importantes que podrían ayudar a esclarecer lo sucedido. Por ejemplo, dice que "el religioso Andrés Quintana Luna (36)" era el "tutor del grupo". Sin embargo, al día siguiente, en su edición digital, publican una nueva versión en la que la manera de tratar la noticia cambia radicalmente. Normalmente las actualizaciones brindan mayores datos y avances en la investigación. En este caso, es al revés. Ya no se trata de un seminarista, sino de "un joven estudiante brasileño, que se encontraba de visita en el Perú con grupo de amigos". No mencionan el nombre completo, el vínculo con el Sodalicio y tampoco al "tutor" Quintana. No se habla del parte ni de novedades en la investigación policial. No hay declaraciones, no se sabe nada del paradero de los acompañantes... Más parece una noticia anterior a la del domingo.

2. Esta nueva versión de La República se apoya en un informe difundido esa mañana en el noticiero Primera Edición de América Televisión, el cual distrae la atención del hecho noticioso y se concentra en generalidades, cuando debería ser al revés.

3. Media hora después de esta "actualización" de La República, el diario El Comercio, en su edición digital, publica casi un calco de la noticia milagrosamente transfigurada. Y también se apoya en el mismo informe del noticiero. Sobra repetirlo, El Comercio y La República son dueños de América Televisión.

4. Esa misma tarde dejé un comentario en la página web de El Comercio, aclarando (en términos respetuosos y profesionales) que el muchacho, según el parte policial recogido por otros medios, era miembro del Sodalicio de Vida Cristiana. Pasaron las horas y mi comentario nunca apareció. Escribí más tarde otro comentario, además de uno en Twitter, pidiendo explicaciones sobre la censura y no he recibido respuesta aún.

5. Hoy, otro medio del mismo grupo, Perú21, trata escuetamente la noticia y sí menciona que el muchacho fallecido es "un seminarista de la orden del Sodalicio de Vida Apostólica". Sin embargo, a pesar de haber pasado más de tres días, no hay detalles adicionales sobre las circunstancias en que se dio el accidente, el paradero del "tutor" y de los demás jóvenes que lo acompañaban, así como sus vínculos con el grupo religioso.

Comunidad sodálite en San Bartolo
(foto: Caretas)
Como recordarán los lectores de este blog, desde hace más de una década he venido revelando la cara oculta del Sodalicio y, entre mis denuncias, he contado cómo a sus miembros se les obliga a nadar en condiciones muy peligrosas en muchos casos.

Cuando yo era miembro del Sodalicio y vivía en San Bartolo, era práctica frecuente que los fines de semana largos fuéramos corriendo a Santa María, a la misma playa donde murió ahogado Joao. Jugábamos una "pichanguita" y luego nos metíamos al mar, no por voluntad propia, sino por orden de nuestros superiores.

En mi página de Facebook, una lectora dejó el siguiente comentario que corrobora mis sospechas de que algo se está ocultando: "Hace muchos años, en Semana Santa, un grupo de estos locos entraron a la playa en bandera roja y yo fui a avisar a los salvavidas porque el oleaje era fortísimo y a base de insultos hacían que los chicos ingresaran mar adentro. Y uno de los salvavidas me dijo: ¿Pero para qué nos arriesgamos si ellos siempre hacen eso? Es común en esa comunidad".

Según los medios que lo han mencionado, el parte policial habla de tres cosas que hay que tomar en cuenta. Primero, que Joao no estaba solo, sino acompañado por al menos ocho jóvenes de su misma comunidad (lo que podría corroborar mis testimonios y el comentario de la lectora en Facebook). Segundo, que el grupo tenía un "tutor", Andrés Quintana Luna, cuyo paradero se desconoce y no se sabe aún si es peruano o brasileño y si vive en las comunidades del Sodalicio en San Bartolo. Finalmente, que el joven estaba en la playa a la que, cuando yo era sodálite, asistíamos en las mismas fechas y con las mismas características: en grupo y con un "tutor" que se encargaba de decirnos lo que debíamos hacer, incluyendo entrar al mar a pesar del peligro y de la ausencia de salvavidas.

Ex vicario general del Sodalicio, Germán Doig, 
cuya causa de beatificación fue suspendida
por varias denuncias de abuso sexual.
En cuanto a la manera en que ha tratado esta noticia el diario El Comercio y al hecho de que no publicara en su web mi mensaje, no me sorprende. Luis Fernando Figari es un gran amigo de esa casa editora desde hace años, habiendo logrado aparecer en su primera plana en más de una oportunidad. El Comercio tampoco mencionó una sola palabra cuando se destapó el escándalo de los abusos sexuales del ex vicario general del Sodalicio, Germán Doig, a inicios de este año, lo que llevó a que se detuviera su proceso de beatificación.

Esperemos que, luego de esta absurda muerte, las autoridades y otros medios investiguen con seriedad este caso y no se dejen manipular por el poder de este grupo que cuenta con todo el respaldo del cardenal Juan Luis Cipriani

Advertí más de una vez que esto pasaría en algún momento. ¿Qué esperan las autoridades para actuar?

Para información de los padres de familia, el Sodalicio de Vida Cristiana tiene a su cargo las siguientes instituciones educativas en el Perú:

Colegio San Pedro

Asimismo, todos los años organiza el Congreso de Estudiantes Católicos - Convivio, en varias ciudades del Perú y del mundo. Esta es su actividad proselitista más grande y la que más frutos les da, ya que congrega a miles de estudiantes de cuarto y quinto de secundaria en un evento que dura un fin de semana completo.

Finalmente, el Movimiento de Vida Cristiana (MVC), fundado también por Luis Fernando Figari, es una especie de fachada comprometida con la sociedad y, en especial con los jóvenes, que les permite mantener aislada su imagen de los escándalos y controversias del Sodalicio.

La noticia fue tratada por solo dos canales de televisión, pero los videos han sido borrados de internet.
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