domingo, 28 de noviembre de 2010

El búmeran de Wikileaks

Lo primero que uno encuentra en Google al buscar "cablegate wikileaks" (por lo menos mientras escribo este post) es un artículo de ReadWriteWeb en español que se titula "Cablegate, WikiLeaks desmonta el espionaje de Estados Unidos". Nada más falso. Acá no se ha desmontado nada.


El hacer públicos miles de cables secretos enviados por espías (o como quieran llamarlos los más sobrios analistas) estadounidenses en todo el mundo a su base central solo generará en el gobierno del norte lo que el 11-S: endurecer su política exterior, sembrar en sus funcionarios (y su población) mayores niveles de desconfianza y, aún peor, tener una excusa para controlar y censurar los contenidos en Internet.

La primera reacción por parte del Senado de ese país ha sido pedir que se considere a Wikileaks como “Grupo Terrorista” y que enfrente cargos criminales. En marzo de 2007, el gobierno estadounidense, a través de su oficina para el control de activos extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, ordenó el cierre de ochenta sitios web vinculados con turismo y comercio en Cuba. Lo mismo pasó a fines de ese año, cuando el gobierno de Bush cerró varias páginas de un británico residente en España por "violar el embargo a Cuba". En una operación que aún no ha terminado, más de setenta webs "sospechosos" de vender piratería se han cerrado en las últimas horas. Esto podría terminar, según algunos comentaristas, en el cierre de YouTube.

Al revelar documentos secretos de varios gobiernos (en especial uno tan hipócrita y a la vez tan sensible a la crítica como lo es el de Estados Unidos), con todo lo reprensible que estos puedan ser, lo único que cambiará es que ese país rediseñará sus claves, revisará los códigos utilizados por sus diplomáticos (espías y no espías) y por sus espías (diplomáticos y no diplomáticos) y replanteará sus mecanismos de infiltración en la Internet, modernizándolos, sofisticándolos y legislando a favor de mayor censura.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Peatón malo, peatón bueno

Todos festejan que, a partir de mañana, lunes 15 de noviembre, el peatón será multado. Incluso anuncian con rimbombancia que alguien podrá filmarlo o fotografiarlo y que esa prueba servirá para que pague por su delito.



Ante tanta fiesta, solo me queda decir que no entiendo el entusiasmo. Y no por pesimista, sino porque el Reglamento Nacional de Tránsito no solo es letra muerta, sino que la Policía, inclusive la de tránsito, no lo conoce. Y porque parece que el peruano no vive en el Perú y, a pesar de la experiencia, no aprende del pasado.

A diario, los efectivos policiales no solo demuestran que no tienen idea sobre el reglamento, sino que no tienen la voluntad de aplicarlo ni les importa hacerlo. Y no porque no tengan las herramientas (que, en el caso de los policías de a pie, no las tienen, eso es indudable), sino porque son cientos los conductores y peatones que infringen las normas en sus caras y, cuando alguien les increpa por no hacer valer el peso de la ley, dicen: "así somos los peruanos pues, ¿qué se va a hacer?".

Cuando se renovó el reglamento, hace solo un año y medio, también hubo fiesta mediática, todos creían que el tránsito mejoraría, que los conductores serían más conscientes ante la amenaza de una multa mayor. Pamplinas. Todo siguió igual o peor.



Cuando, en noviembre de 2006, se anunció (con bombos, platillos, chalequitos e inspecciones personales de la entonces ministra de Transportes y Comunicaciones, Verónica Zavala) el plan "Tolerancia Cero", todos confiaban también en que su aplicación reduciría los accidentes de tránsito en las carreteras de nuestro país. Sin embargo, tanto entusiasmo se desbarrancó al poco tiempo, como lo siguen haciendo diariamente los ómnibuses interprovinciales.

Los policías coimeros y los conductores coimeadores son solo una parte de este entuerto que parece no tener solución. Podríamos dedicar a este análisis decenas y hasta cientos de páginas. Y seguiría siendo inútil. Ni la nueva alcaldesa ni el próximo presidente del Perú podrán resolver este problema, ya que no solo es consecuencia de la falta de autoridad y de la desaplicación de normas ya existentes, sino que es producto de una nociva combinación de mentalidades.



Por un lado, están los jueces corruptos o (en el "mejor" de los casos, ineptos) que no sancionan casos evidentes y que ejemplarizan, como el de Carlos Cacho o el de Celso Pastor Belaunde. Por otro, la de los policías, que no solo centran sus esfuerzos (y gastan el escaso presupuesto que el Estado les asigna) en buscar que los sobornen antes que en cumplir con las leyes que personifican, convirtiéndose, así, en uniformes con patas que no ejercen autoridad alguna ni merecen un mínimo respeto. Pero, finalmente, la mentalidad más perniciosa es aquella de los conductores y peatones irresponsables. Ellos son los que crean, mantienen y perennizan el caos, protagonizan los accidentes (como autores o víctimas) y son, por lo tanto, los únicos que pueden cambiar esta aparentemente irreversible realidad.

Las multas son represión, castigos para quien no cumple algo que sabe debe cumplir, con la finalidad de que aprenda de sus actos y no vuelva a cometer el mismo error y, de ser posible, evite otros similares. Todos -conductores y peatones- sabemos muy bien que no debemos infringir el reglamento de tránsito... pero, qué carajos, igual lo hacemos "porque todo el mundo lo hace". Hasta que chocamos, nos atropellan o atropellamos. Entonces, la criollada y la risa se transforman en llanto y contrición.

Las multas no han cambiado ni van a cambiar nada. Solo si tú cambias, lo evidencias en tus acciones diarias y, siendo un ejemplo, exiges a los demás que cambien, entonces tal vez algún avance logremos. Toma tiempo, jode, significa un compromiso contigo y con los demás, pero, al final, te da la satisfacción de que no eres uno más de los que piensan que "si el resto lo hace, yo también lo hago", un criollito más que puede arriesgar su propia vida y la de los demás solo por ganarle un segundo a una luz roja o cruzar entre diez autos para llegar un minuto antes a la acera de enfrente.

sábado, 6 de noviembre de 2010

El fantasma de Masías


A Manuel Masías lo sacamos los vecinos de Miraflores en las últimas elecciones. Luego de su vergonzosa derrota, renunció porque quiere regresar al Congreso. Pero el desastre continúa en Miraflores. Sus funcionarios (a quienes no les importó nunca cerrar calles para sus negociados con empresas privadas) siguen haciendo lo que quieren con el distrito.

¿Quién, en su sano juicio, permite a una empresa privada, en este caso Nike, armar una maratón de 10 kilómetros en pleno centro de Miraflores un sábado por la noche?

Cuando tomaba las fotos que verán más adelante, noté que por Larco pasaban caminando algunos funcionarios de la municipalidad, encabezados por la inefable jefa de Relaciones Públicas. Ella, en el colmo del desparpajo y creyéndose (como siempre se ha creído) la alcaldesa, animaba a los corredores que estaban por llegar a la meta. Estas personas, en lugar de trabajar para quienes les pagamos sus sueldazos, no solo crean el caos, sino que disfrutan de él en la cara de quienes lo sufrimos.

Y claro, terminando este post, coronaron la noche con fuegos artificiales a las 10.45 PM. Mi hija de tres años intentaba dormir a mi lado, pero saltó del susto y se puso a llorar. ¿Y la ordenanza municipal contra los ruidos molestos? ¿Y el respeto de la municipalidad por los vecinos que pagamos arbitrios para vivir en paz?

El fantasma de Masías sigue cerrando calles a su antojo. Realmente esperamos que el nuevo alcalde, Jorge Muñoz, cambie esta vergonzosa y abusiva situación.

(Me olvidé, en medio de la rabia, de contarles que demoramos una hora y media en regresar del cumpleaños de mi sobrina. Y no, la fiesta no fue en Huacho, sino en San Isidro).

jueves, 4 de noviembre de 2010

Los curitas cachay, por Dios...

La historia ha registrado, en el Perú y en el resto del mundo, muchos casos de sacerdotes “bragueta floja”, así que el caso del cura José Antonio Bohuytrón, de Trujillo, no me escandaliza como a muchos. Pero, el chisme de moda me da la oportunidad de rescatar el tema del celibato.

Varias sectas (incluyendo la católica) promueven la entrega total a Dios a través de la liberación de las cargas y distracciones propias de una relación matrimonial. Esto, además, implica abandonar todo tipo de vida sexual. Se supone que esta decisión es voluntaria. Lo que yo cuestiono es la capacidad que puede tener el ser humano para tomar decisiones de tal magnitud, a tan temprana edad y para toda la vida

Según la teología católica, basada especialmente en las declaraciones del apóstol San Pablo, el estado ideal es el celibato. El matrimonio, según su biblia, y a pesar de que algunos digan lo contrario, es el “ya no te queda otra” del "aguantado" que no puede luchar contra “el pecado de la carne”. Es decir, si eres un católico casado ejemplar y santísimo, de repente entras al cielo.

Sin embargo, esto no sucede en otras religiones, en las que permiten que uno sea célibe una época de su vida y luego, si quiere, puede buscar esposa.

Al curita este se le escaparon las hormonas y punto. Y la culpa no la tiene él, sino la iglesia que no es más flexible con su personal. Es por culpa del voto eterno de castidad.

Cualquier ser humano puede tener sus calenturas, es normal, es parte de nuestra naturaleza humana. El "pecado" es propiciado por quienes les obligan a cortar esa muy humana y natural calentura por el resto de sus vidas, condenándolos al infierno si es que aflojan la sotana aunque sea una vez. 

Si la iglesia fuera más inteligente y menos interesada en lo material, debería dejar de exigir votos eternos y dar la oportunidad de que sus curas y monjas puedan formar familias normales, así como lo hacen algunos protestantes desde hace más de cinco siglos. ¿Acaso ellos han perdido clientela por eso? No, al contrario. Y así se evitarían no solo a tantos curitas bandidos como el de Trujillo (que es un caso, pero hay tantos otros sin ampayar), sino atrocidades reales, como los cientos de casos de pedofilia clerical de los que nos hemos venido a enterar desde hace unos años.

Si alguien puede ser célibe toda su vida, que lo sea. Pero, que ninguna institución religiosa lo fuerce si no puede. Ya decía San Pablo en su biblia: “No obstante, digo a los célibes y a las viudas: Bien les está quedarse como yo. Pero, si no pueden contenerse, que se casen; mejor es casarse que abrasarse” (I Cor. 7,8-9). Allá pues las autoridades eclesiales que no supieron (o quisieron) entender esto y se les ocurrió hace siglos que la mejor manera de mantener a su personal dedicado toda la vida era el celibato.

El dios de los cristianos es tan sabio que, si hubiera querido célibes, los hubiera mandado a circuncidar más arriba, o algo parecido...


martes, 2 de noviembre de 2010

El país de los extranjeros [Entrevista a Michael Werz]

El asunto migratorio en los Estados Unidos está sobre el tapete en los últimos años, sobre todo ahora que existen corrientes preocupantes con respecto a ese sector de la población. El reconocido filósofo y politólogo alemán Michael Werz tiene una visión especial respecto a ese fenómeno.

Michael Werz
Michael Werz estuvo en Lima la primera quincena de setiembre del 2010 invitado por el Goethe-Institut del Perú y participó como uno de los principales expositores del VI Encuentro de Derechos Humanos, cuyo tema fue "Diversidad Cultural y Derechos Humanos", evento que se realizó de manera simultánea en la Pontificia Universidad Católica del Perú y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Los últimos hechos ocurridos en Arizona han causado gran preocupación. ¿Cuál es el futuro de la política migratoria de los Estados Unidos? 

Es una pregunta complicada. La ley 1070, que afectó a las minorías en Arizona, en especial a los inmigrantes latinos, parece no ser constitucional y el Gobierno de Barack Obama señaló que llevará esta consulta a la Corte Suprema.

El Gobierno de George W. Bush, desde el 2006, trató de regular la inmigración no documentada en los Estados Unidos. Hay casi 12 millones de personas indocumentadas o ilegales y eso es un problema legal y social muy grande, porque las expone a la explotación. Una razón por la que el debate resurgió este año fueron las elecciones y la debilidad del partido conservador, el cual no tiene ahora liderazgo y está sufriendo un empuje de la extrema derecha, que se orienta en contra de la diversidad en Estados Unidos, y el Partido Republicano no ha encontrado una manera de entrar en un debate más civilizado y constructivo.

¿El problema tiene que ver con aspectos netamente étnicos y raciales o con una amenaza en el ámbito económico-laboral? 

Foto: webdelpuente.com
Es una mezcla de ambos. Sobre todo, se trata de la percepción de lo que significa esa migración ilegal. Hay estudios que demuestran que, en el plano laboral, los inmigrantes ilegales realmente no compiten con los norteamericanos. Los inmigrantes trabajan en circunstancias bajo las cuales muchos estadounidenses no aceptarían trabajar y con sueldos bastante bajos, justamente debido a que, por estar indocumentados, no tienen la oportunidad de organizarse y defender sus derechos. Dicho esto, también debemos tomar en cuenta que la percepción en medio de una crisis económica, con 10 % de desempleo, es obviamente diferente.

¿El Estado debería hacer algo?

Creo que el presidente Obama debe esforzarse más en explicar a la población norteamericana que la inmigración ilegal no es un problema, por el contrario, ha ayudado mucho al crecimiento económico del país.

Y no solamente eso, sino que ha ayudado a que los estadounidenses tengan ciertas experiencias que, de otra manera, no hubieran podido obtener.

Absolutamente. La sociedad americana es la más heterogénea del mundo. El censo de este año indica que alrededor del 2035-2037 ya no existirá una mayoría blanca y que será la primera sociedad en el mundo que solo consistirá de minorías. Esto es un experimento sociológico de un alcance inmenso. Cada vez más gente acepta la diversidad en la sociedad estadounidense y especialmente los jóvenes entienden que el proceso trae muchas ventajas al tener una sociedad tan heterogénea y con tantas tradiciones culturales, lingüísticas y religiosas diferentes.

¿Cómo ha influido la heterogeneidad étnica y social en la percepción del nacionalismo de la población estadounidense? 

De una manera muy básica. El nacionalismo estadounidense no se puede comparar ni confundir con el nacionalismo tradicional europeo ni con el nacionalismo latinoamericano, que muchas veces destruye a las minorías y fortalece a las estructuras de poder. En Estados Unidos, ser nacionalista significa reconocer que no hay ninguna posibilidad de definir la sustancia de la nación norteamericana en términos culturales, religiosos o según el color de piel.

Barack Obama
A raíz de los atentados del 11 de setiembre, la política exterior de Estados Unidos y su relación con los inmigrantes y las minorías cambió radicalmente. Sin embargo, en medio de ese proceso, Barack Obama surge como el primer presidente negro y, además, con raíces musulmanas. ¿Cómo ha afectado esta elección la percepción de la población en vías a una sensación de paz interna? 

Esta experiencia tiene dos años y es aún muy fresca para saberlo. Pero es interesante que, si bien Obama es el primer presidente negro de los Estados Unidos, al mismo tiempo es el 44° presidente blanco, porque viene de una familia mixta y ni siquiera representa lo que se podría definir como la experiencia afroamericana de los habitantes de ese país. Su padre fue un académico que vino de Kenia, dejó sola a su madre americana y Barack Obama creció en Kansas, en Indonesia y en Hawái. Entonces, al provenir de una familia mixta y habiendo crecido en los márgenes de la sociedad norteamericana, él se ha sentido siempre cómodo tanto en contextos blancos como en contextos negros. Su persona refleja, entonces, la historia de los Estados Unidos de los siglos XX y XXI y, por ello, mucha gente se puede identificar con él. Creo que Obama va a pasar a la historia no como una persona de raza negra, sino como alguien mixto, que no se puede definir.

Si bien en Estados Unidos hay una gran diversidad interna, el manejo de sus relaciones con los países vecinos no es bien visto. Se percibe, más bien, un rechazo a ellos. Pero, en Europa, aun cuando hay menos diversidad interna en cada nación, sí existe en general una buena relación con los países vecinos, no solo distintos en lo étnico sino también en sus procesos culturales. A pesar de ello, se percibe una mayor unidad. 

No hay que sobrestimar la integración europea. Todavía hay mucha inquietud entre las naciones. Aunque la comunidad europea parece ser estable, es difícil prever qué va a pasar en los próximos diez a veinte años. Las sociedades europeas no son muy hábiles para entender la diversidad como un proceso positivo y ventajoso. También creo que la sociedad estadounidense y la mexicana están creciendo juntas y esto produce disconformidad en muchos americanos, pero en muchos más mexicanos. Es un hecho innegable, aunque se estén construyendo muros en las fronteras de ambos países. Solo basta saber que hay ya unos quince a veinte millones de mexicanos y unos cuarenta millones de hispanos en Estados Unidos (lo que equivale a la población entera de España) y que en el 2050 habrá unos cien millones de hispanos. Además, ya hay casi un millón y medio de estadounidenses viviendo en México. Esto significa que ambas sociedades solo pueden definir su futuro en común. Creo que, en unos quince o veinte años, esto se va a dar en los dos lados de la frontera, lo que va a cambiar de manera sustancial la política de la región.

Hemos visto cómo en los últimos años varias series y programas de TV, especialmente para niños, además de la publicidad, están incluyendo personajes de distintas razas. ¿Esto es una presión social que las empresas y medios están sintiendo y lo hacen para no ser mal vistas o realmente refleja una aceptación general de las diferencias en los Estados Unidos? 

Mire, empresas son empresas, y su interés principal es ganar dinero. La forma en que se manejan sus contenidos comunicacionales y sus anuncios depende solo de su interés económico. Ahora el mercado estadounidense está buscando latinos de alta calificación. El Gobierno tiene problemas para conseguir a miembros de la comunidad hispana y latinoamericana que puedan trabajar porque los sueldos en el sector privado son mucho mayores y hay una demanda tremenda para este nuevo grupo. En una sociedad en la que ya no hay minorías, todos los empresarios saben que deben incluir a "los otros" para que estos no los excluyan a ellos. Y esto, en publicidad por ejemplo, constituye una diferencia tremenda. Cuando viajo a países de Sudamérica o a México podría llevarme la impresión, por sus anuncios, de que solo tienen bebés de pelo rubio y ojos azules. Pero, en Estados Unidos es importante representar la diversidad de la sociedad porque es parte del interés común no excluir a nadie.
Michael Werz es profesor adjunto del Centro de Estudios Alemanes y Europeos de la Universidad de Georgetown, Estados Unidos, e investigador visitante en el Instituto para el Estudio de Migraciones Internacionales de la misma universidad.
Es doctor en Filosofía por la Universidad de Frankfurt, Alemania, y magíster en Ciencia Política y Estudios Latinoamericanos por la misma universidad. Su tesis de habilitación, sustentada en el Instituto para la Sociología de la Universidad de Hannover, Alemania, versó sobre raza y etnicidad en los Estados Unidos.
Es autor de libros como Límites de la secularización. Comunidades imaginadas, Raza y etnicidad en Estados Unidos de 1890 a 1990 (2010) y Sobre el origen de la crítica de la ideología (2000). Actualmente, prepara el libro Raza y etnicidad en el siglo XX, una historia intelectual de la diversidad que examina los factores históricos y académicos involucrados en las políticas de etnicidad e identidad en los Estados Unidos y Europa.
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