lunes, 28 de julio de 2008

Leysi va donde Antero y le dice: “perdóname papá” cuando Antero quería que le diga “castígame papi”


¡Que lindo el circo de 27 de julio! Antero con cara de asado, Leysi con cara de “me arrepiento porque me dijeron que es lo que me conviene”. Lo único que falta es que mañana Alan mencione la telenovela en su discurso.


Esto es lo que vio Antero…


Esto es lo que quería ver…





Y esto es lo que tenía en mente durante toda la reunión…



sábado, 26 de julio de 2008

Alberto Fujimori es el nuevo Presidente del Congreso

Era de esperarse. Alberto Fujimori sigue manejando el país. El APRA y el fujimorismo tienen una alianza clara desde que empezó este gobierno. Por fuera se pelean, se sacan los trapitos al aire, se insultan y se denuncian. Pero sus corazoncitos saben claramente que eso “queda en la familia”. La verdad es que, en los temas importantes, cuando se tiene que ver si el fujimorismo es realmente la oposición que dice ser, como en esta elección de la mesa directiva del Congreso, se nota que hay acuerdos muy sólidos.


Cuando nos dieron la noticia de que Aguinaga iba como vicepresidente de la lista de Velásquez Quesquén, todo estaba dicho. Si alguien creyó que Vitocho tenía opción de ganar, es porque es excesivamente optimista. A Fujimori le han prometido algo y él ha dicho “apoyemos al APRA”.

¿Qué le han prometido al Chino? Hay pocas opciones de respuesta. Una a corto plazo –especulan algunos analistas- puede ser la mejora de las condiciones carcelarias, pero yo no creo que Fuji se quede tranquilo con eso. Que su médico de cabecera (la segunda persona después de su hija Keiko con mayor libertad para estar con él en el encierro) sea el vicepresidente del Congreso es señal de que hay algo mayor en juego. Acá, sin especular más de la cuenta, me parece que estamos en camino a un indulto humanitario de Alberto Fujimori: Cerca del fin de su gobierno, Alan García indulta a Fujimori y se gana a la gran masa de fujimoristas que pueden no quererlo aún. Con ese respaldo –que doblaría el voto duro del APRA- Alan se asegura o una reelección en el 2011 o un retorno triunfal en el 2016. Y, de paso (y más importante para él) se asegura que nadie le siga un proceso por delitos contra los Derechos Humanos, que sería lo cantado si es que él se va sin asegurarse un buen respaldo de los fujimoristas y de lo que ellos representan en el electorado nacional.

De todo lo que escuché del discurso de Velasquezquén Fujimori, hay dos cosas que me gustaría destacar, una que faltó y otra en la que se fue por el lado equivocado:

El gobierno habla en calles y plazas de la reforma del Estado. Hablan de simplificación administrativa, de medio ambiente y de modernidad. Tal como se lo dije a la ministra Zavala en una reunión pública reciente, todos se olvidan de hablar de la verdadera reforma estructural, que incluye esos tres aspectos y muchos más: el gobierno electrónico. No lo habla el gobierno y no lo exige la oposición tampoco. Alejandro Toledo no dijo nada sobre ese tema en su conferencia de prensa de hace dos días. Velásquez Quesquén tampoco lo mencionó hoy. Y ambos hablaron de reforma del Estado. Parece que la modernidad es un concepto que no manejan bien quienes todavía están en la época de la carreta. ¿Inversión? Mínima en comparación con otras políticas de reforma. A ver si alguien se da cuenta de que ya estamos en el siglo XXI.

Por fin alguien dice que hay demasiadas leyes en el Perú. Hace más de dos años vengo hablando del tema con políticos de distintos partidos en mis programas de radio. Pero, Velásquez Quesquén se fue por el lado equivocado. Claro, a él no le interesa mucho la fiscalización (una de las tres funciones del Parlamento), lo que sí le interesa son las encuestas. Por eso es que, en lugar de recalar en la función de la fiscalización como respuesta al exceso de legislación, se fue por el lado que más votos trae: la representación. Lástima. Si alguien le decía que se representa mejor cuando se fiscaliza correctamente el cumplimiento de lo que sobra en legislación y que con eso se cumplen las tres funciones del Congreso de manera eficiente y popular… Pero no, por tratar de mejorar la imagen del Congreso se van a olvidar de hacer cumplir sus propias leyes. Mala elección. Muy mala.

Y, para terminar. Los primeros comentaristas que escuché a los pocos minutos de la elección de Fujimori como nuevo Presidente del Congreso, hablaban de que veían en Velásquez Quesquén la intención de mejorar la imagen del Parlamento. ¡Por favor! ¿Acaso Gonzales Posada y Meche Cabanillas no tuvieron la misma intención? Mejorar la imagen del Congreso no parte por un buen deseo de alguno de sus presidentes, parte de que los peruanos sepamos votar y botar, como lo dije en un artículo anterior.

Felicitaciones al nuevo Presidente del Congreso, Alberto Fujimori. Ese guiño a Montesinos no era de cariño nomás…

jueves, 24 de julio de 2008

¿Por qué la oposición debería de presidir el Congreso?

En las Elecciones Generales, decidimos quién debería de gobernar el país por un período de 5 años. También decidimos quiénes deberían de ocupar los 120 escaños del Congreso de la República. El gobierno en general –no solo el presidente ni el Poder Ejecutivo- es un reflejo del deseo del pueblo por ser representado de una manera determinada en la conducción del Estado al que todos pertenecemos. Por eso nuestro sistema de gobierno se llama democracia, el gobierno del pueblo.


Pero, ¿qué sucede cuando, pasado poco o mucho tiempo, el pueblo se da cuenta de que se equivocó al elegir a su presidente? No conviene sacarlo de Palacio de Gobierno, por lo menos no en la coyuntura tan débil en la que nuestro país está enmarcado desde hace ya varios años. La solución está en la alternancia de presidencia y vicepresidencias en el Congreso.

Un gobierno que empezó débil, pero con mayoría, necesita de su mayoría parlamentaria para fortalecerse, pero, cuando se debilita gracias a sus propias torpezas, el pueblo –“demos”, el que le da o le quita su poder- manifiesta su deseo de cambiar cómo debe de ser representado. Esto lo hace, básicamente, a través de las encuestas.

Hace unos días, fue publicada una encuesta de Ipsos Apoyo en la que Alan García tiene 70% de desaprobación en su gestión (y su gobierno en general llega al 73% de rechazo). La tendencia sigue a la baja.

Los mismos que le dieron el poder en las elecciones del 2006 están decidiendo con sus opiniones reflejadas en las encuestas que los poderes del Estado –en especial el Congreso, desaprobado por 8 de cada 10 encuestados- no sean dirigidos por las mismas personas que representaron mayoría cuando fueron elegidas.

Hoy, los peruanos, a través del poder popular que hace ganar o perder elecciones, están pidiendo que el APRA se haga cargo del 26% que aún cree en ellos y que los demás seamos representados por una Mesa Directiva recompuesta, en la que el 70% (opositores) se comparta entre la presidencia y las primeras 4 vicepresidencias del Congreso. Con todas sus fallas, de eso se trata la democracia.

Por eso el Congreso, con todas sus deficiencias, representa al pueblo mejor que el Presidente en una razón de 120 a 1.

Por eso el Presidente del Congreso debe ser, ahora que el Perú que quería como gobierno al APRA hace dos años no es el mismo y rechaza esta opción, un congresista opositor.

Todos los grupos políticos deben de estar representados en la Mesa Directiva, eso es una necesidad, pero la Mesa Directiva, a diferencia del Congreso en pleno, del Presidente y su gabinete (que solo él elige), debe representar cada año lo que el pueblo quiere en esta democracia que hemos elegido.

Si hemos elegido elegir, debemos aprender a usar todas las armas que la democracia nos da para hacerlo lo mejor posible. Usemos las herramientas disponibles y no nos cerremos en un acto de hace 2 años. Quedan 3 años más, hagamos mejor las cosas.

martes, 22 de julio de 2008

Cualquiera puede ser congresista, pero un congresista no debería ser un cualquiera.

Los animales comen para vivir. El otorongo no come otorongo y la serpiente no come serpiente. No entiendo cómo podemos permitir que se compare a los nobles animales con algunos congresistas que “sabe dios” qué negociarán.

Los escuchamos decir que los choferes de combi son unos salvajes porque arriesgan la vida de sus pasajeros por un sol. Bueno, ellos arriesgan la vida democrática de la combi Peru por un voto. Lo primero no se puede justificar con nada, pero lo segundo es igualmente censurable. Una Canchaya y un mataperro quedan como inocentes palomos al lado de quienes se juntan para negociar ética por votos, dolarillos por citas con el presi.

Los congresistas fijan sus sueldos y también deciden cuándo se castigan y cuando se perdonan, cuándo se chantajean con fotos y videos, cuándo piensan en el Perú y en sus electores y cuándo se olvidan de que estos existen.

Cuando sale un videíto todos nos escandalizamos. Pero no recordamos que el videíto es solo la pluma que está en la cabeza del pingüino que está parado en la punta del iceberg. ¿Qué más venderán en esas oficinas y en la plaza de mercado en que se ha vuelto el hall de los pasos perdidos? ¿Quién comerá caviar y tomará cada fin de semana etiqueta azul usando de letrina la honra de su propia madre? ¿Cuántos tendrán videítos en el cajón que usan para lograr una ayudita a su más “caro” proyecto de ley?

Votar y botar deberían ser dos palabras que caminen más unidas en la democracia. Yo apuesto por la renovación por tercios cada año. Y apuesto también por pedirles más requisitos a los candidatos al Congreso. De nada sirve que cualquiera llegue al Congreso y haga lo que le dé la gana con el poder temporal prestado por las urnas.

Cualquiera puede ser congresista, pero un congresista no debería ser un cualquiera.

viernes, 18 de julio de 2008

Pisco, once meses después - reportaje


Este 15 de agosto, para el aniversario del terremoto, todos los canales de televisión volverán a Pisco y su primer impulso será reportar que nada ha cambiado. Pero la situación es más compleja: algunas cosas han mejorado y algunas, increíblemente, están incluso peor.

miércoles, 16 de julio de 2008

Masías: ¡Deja a Tarata en paz!

Lástima que el alcalde de Miraflores, Manuel Masías, no tenga ningún respeto por los habitantes de Tarata. Tres ejemplos de los muchos que tenemos que vivir quienes ya tuvimos bastante con el ataque terrorista:

1. Hace un año, justamente para celebrar el aniversario del atentado, durante 3 noches y madrugadas seguidas, empleados contratados por la municipalidad usaban sierras de mano y eléctricas, además de sopletes, ruidosísimos, para terminar el ovalito de Tarata que sellaría el nombre de Manolo en esta calle.

2. Hace unos días, se filmó un comercial de Global Net que está en el aire, el de los marcianos. El edificio que sale en casi todas las tomas es el mío. La municipalidad les dio permiso para grabar hasta pasada la medianoche, con gritos de la actriz, el director y todo el equipo de producción, además del ruido del grupo electrógeno alquilado para la realización y las tremendas luces que se metían por nuestras ventanas.

3. Hoy, como el año pasado, Masías armó un estrado y toldeó la mitad de la cuadra 2 de Tarata, justamente donde explotó el coche bomba. Desde las 11 de la mañana, los habitantes de Tarata no podíamos entrar en auto a nuestra propia calle. Yo estaba trayendo -emocionado- la primera cama para mi hija de 1 año y tuve que pelear con el prepotente sereno que no me dejaba pasar. Al final, simplemente tuve que pasar, le gustara o no.

En la noche, regresando a casa, estaban en medio de la ceremonia de marras y no me dejaban pasar –nuevamente- a mi casa. El sereno encargado tuvo que hablar con la vieja (que se cree pituca) de Protocolo de la municipalidad, quien se me acercó con cara de pocos amigos a decirme si podía esperar “2 minutitos” para pasar. Le dije que no, que si ellos esperaban “2 minutitos” a que yo pague mis tributos, atracaba. Acto seguido, la tía -otra malcriada- me hizo un ademán para que pase.

Para terminar, son las 10.14 PM, mi hijita está dormida a mi lado y afuera la municipalidad sigue desarmando sus toldos. Si yo hago el 1% del ruido que ellos están haciendo, me tiran el Serenazgo encima por “ruidos molestos”.

Tarata ya tuvo demasiado. Mejor, que Masías se concentre en terminar las interminables obras de la calle Berlín y demás, que parecen en realidad Beirut.

lunes, 14 de julio de 2008

El webmaster de Pantel le cobra a Genaro por internet

Así se ve la web de Panamericana desde hace unas horas.


Y lo mismo la de 24 Horas.

Recordar es volver a vivir... Microondas de Gunter Rave es interrumpida por ex empleado de Pantel.

viernes, 4 de julio de 2008

Una pesadilla de apellido Medina

Yo solo quería dormir y no podía. Tenía en mi mente la retorcida idea de escribir de una vez por todas acerca de esta mujer que, de tan pobre que es, solo tiene dinero.

Nada en ella es real: todo es actuado, operado, cosido o pintado. Como muchas. Pero, en su caso, la boca grande que la genética le dio solo sirve para decir: “Soy periodista” sin poder terminar una frase completa en recto castellano. Y no hablo de culto o castizo español, sino solo de rectitud.


Su cerebro es rápido para el escándalo pero lento para la autocrítica. Su corazón –atrofiado por un pasado al que le arranca los ojos con trapos, bisturís y puntos de rating- está tan descompuesto que no se da cuenta de que, al final, se volvió un producto de la misma realidad espantosa que ensaya criticar.

Cuando me entero de que Magaly intenta desacreditar a sus críticos preguntando: “¿A quién le ha ganado este?”, me pongo a pensar en quienes han sido derrotados por ella. Y pienso en todos los peruanos que la idolatran y se recrean con sus disfraces y rabietas. Pienso en todos aquellos quienes, noche tras noche, desde hace varios años o solo pocas lunas, donan una hora de solo 18 que pueden aprovechar en un día a una mujer que ha hecho de sus complejos, traumas y carencias una carrera.

¿Significa mi crítica que avalo a quienes ella denuesta? Seguro que ella querría usar ese razonamiento –falaz por supuesto- para deshonrarme. Pero, no le voy a dar ese gusto. Entierro en el mismo sarcófago putrefacto a quienes ella demuele. Quienes Magaly Medina utiliza para vivir son, junto a ella, miembros de la misma dinastía: la del escaso amor propio, la del “me vendo por ser rico y famoso”, la de la mediocridad doble –aquella que se escribe con doble M.

Magaly Medina no es el Congreso. Ella no fue elegida por gente que no sabe votar. Ella se creó a sí misma con retazos de aquellos a quienes atropella con sus frases en un castellano tan inventado como las maravillas de las que se jacta. No tengo nada que envidiarle. Sus logros serían mi vergüenza, su dinero suma menos que un ápice de mi dignidad, sus residencias alojan a mis fantasmas y su orgullo es el ANO de mi ser PERUANO.

Yo sé que esto no le va a servir a ella para recapacitar, ni es lo que quiero. Solo quiero arrancarme de adentro lo que no me dejaba dormir esta noche, cuando –de pura casualidad- tuve que quedarme mudo ante la pantalla rebosante de M que MM llenaba con ese color rojizo que produce el cólera de la cólera.

Me pido perdón a mí mismo por haber dedicado 10 minutos de mi tiempo a escribir sobre ella. Pero, por fin, puedo dormitar con calma y dar paso a otras pesadillas, de esas que, afortunadamente, aparecen solo cuando uno cierra los ojos.

Si algún sociólogo cree que me contradice al afirmar que Magaly Medina tiene un papel en la sociedad peruana, se equivoca. Estoy de acuerdo: su papel es el higiénico.

jueves, 3 de julio de 2008

Contra el tráfico

Soy un idiota. Un pobre iluso que cree que puede hacer algo porque la gente pueda cambiar.

Soy un tarado que todavía exige a la gente que piense en los demás cuando maneja un auto o cuando camina por la calle.

Todavía pienso que respetar al peatón por encima de todas las cosas es no solo lo que dice la ley sino una norma básica de convivencia y respeto mutuo. No soy de esos criollitos que se pasan la luz roja. No soy de los vivazos que aceleran cuando la luz está cambiando de ámbar a rojo sin importar que un grupo de peatones, entre ellos niños, ancianos, mujeres embarazadas o con bebes en cochecitos, estén listos para cruzar.

Soy un pobre imbécil que cree que la señal de PARE significa que uno debe detenerse para ver si vienen autos por la vía preferencial o transeúntes indefensos que intentan pasar a la vereda de enfrente sin tener que arriesgar sus vidas en el intento. Soy un huachafo que cree que el peatón no debe cruzar por cualquier lugar, sino solo por las esquinas, puentes y cruceros peatonales, esperando que la luz roja detenga a los autos. No soy de los que cruzan sorteando a los autos como si fuera una carrera de obstáculos. Así de estúpido soy.

Todavía creo que el chofer de un auto debe usar el claxon solo en casos de extrema urgencia y no para tratar de mover el tránsito atorado por cuadras o porque un semáforo recién cambió a verde o un policía está dando pase a la vía transversal.

No soy un sapazo que se detiene sobre el crucero peatonal, poniendo en peligro la vida de decenas de personas.

No soy un criollito que cree que no es necesario detenerse al voltear hacia una calle para dejar pasar a los peatones, sino que el peatón debe aprender a mirar antes de cruzar por la esquina o el crucero. Cuando se le ocurre creer que puede pasar por donde le corresponde y por el lugar que le corresponde, no lo insulto, le toco el claxon o paso casi por encima suyo. Así de vivo no soy.

Todavía creo que los policías deben ser rectos, conocer y hacer cumplir el reglamento de tránsito, ejerciendo la autoridad que se les ha dado para proteger al más débil e indefenso. Todavía soy un tonto que cree que los patrulleros deben dar el ejemplo en las pistas y no ser los primeros en romper la ley.

Así de imbécil soy. Todavía creo que la gente debe respetar el reglamento, que debe respetar a los demás, empezando por el más vulnerable: el peatón.

Así de idiota soy. No soy un criollito más. Tal vez termine atropellado por alguno de esos increíblemente inteligentes seres que creen que por tener un auto pueden pasar por encima de los demás. Tal vez muera atropellado por el vivazo que acelera para llegar primero a la luz roja y ganar medio segundo de tiempo a costa de la vida de los demás.

Debería cambiar. Debería ser como ellos. Debería pasar por encima de los derechos de los demás y arriesgar la vida propia y de los demás. Total, todos lo hacen y da flojera ser decente y hacer lo correcto. No hay tiempo para estar pensando en los demás, ¿para qué?
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