Era de esperarse. Alberto Fujimori sigue manejando el país. El APRA y el fujimorismo tienen una alianza clara desde que empezó este gobierno. Por fuera se pelean, se sacan los trapitos al aire, se insultan y se denuncian. Pero sus corazoncitos saben claramente que eso “queda en la familia”. La verdad es que, en los temas importantes, cuando se tiene que ver si el fujimorismo es realmente la oposición que dice ser, como en esta elección de la mesa directiva del Congreso, se nota que hay acuerdos muy sólidos.
Cuando nos dieron la noticia de que Aguinaga iba como vicepresidente de la lista de Velásquez Quesquén, todo estaba dicho. Si alguien creyó que Vitocho tenía opción de ganar, es porque es excesivamente optimista. A Fujimori le han prometido algo y él ha dicho “apoyemos al APRA”.
¿Qué le han prometido al Chino? Hay pocas opciones de respuesta. Una a corto plazo –especulan algunos analistas- puede ser la mejora de las condiciones carcelarias, pero yo no creo que Fuji se quede tranquilo con eso. Que su médico de cabecera (la segunda persona después de su hija Keiko con mayor libertad para estar con él en el encierro) sea el vicepresidente del Congreso es señal de que hay algo mayor en juego. Acá, sin especular más de la cuenta, me parece que estamos en camino a un indulto humanitario de Alberto Fujimori: Cerca del fin de su gobierno, Alan García indulta a Fujimori y se gana a la gran masa de fujimoristas que pueden no quererlo aún. Con ese respaldo –que doblaría el voto duro del APRA- Alan se asegura o una reelección en el 2011 o un retorno triunfal en el 2016. Y, de paso (y más importante para él) se asegura que nadie le siga un proceso por delitos contra los Derechos Humanos, que sería lo cantado si es que él se va sin asegurarse un buen respaldo de los fujimoristas y de lo que ellos representan en el electorado nacional.
De todo lo que escuché del discurso de Velasquezquén Fujimori, hay dos cosas que me gustaría destacar, una que faltó y otra en la que se fue por el lado equivocado:
El gobierno habla en calles y plazas de la reforma del Estado. Hablan de simplificación administrativa, de medio ambiente y de modernidad. Tal como se lo dije a la ministra Zavala en una reunión pública reciente, todos se olvidan de hablar de la verdadera reforma estructural, que incluye esos tres aspectos y muchos más: el gobierno electrónico. No lo habla el gobierno y no lo exige la oposición tampoco. Alejandro Toledo no dijo nada sobre ese tema en su conferencia de prensa de hace dos días. Velásquez Quesquén tampoco lo mencionó hoy. Y ambos hablaron de reforma del Estado. Parece que la modernidad es un concepto que no manejan bien quienes todavía están en la época de la carreta. ¿Inversión? Mínima en comparación con otras políticas de reforma. A ver si alguien se da cuenta de que ya estamos en el siglo XXI.
Por fin alguien dice que hay demasiadas leyes en el Perú. Hace más de dos años vengo hablando del tema con políticos de distintos partidos en mis programas de radio. Pero, Velásquez Quesquén se fue por el lado equivocado. Claro, a él no le interesa mucho la fiscalización (una de las tres funciones del Parlamento), lo que sí le interesa son las encuestas. Por eso es que, en lugar de recalar en la función de la fiscalización como respuesta al exceso de legislación, se fue por el lado que más votos trae: la representación. Lástima. Si alguien le decía que se representa mejor cuando se fiscaliza correctamente el cumplimiento de lo que sobra en legislación y que con eso se cumplen las tres funciones del Congreso de manera eficiente y popular… Pero no, por tratar de mejorar la imagen del Congreso se van a olvidar de hacer cumplir sus propias leyes. Mala elección. Muy mala.
Y, para terminar. Los primeros comentaristas que escuché a los pocos minutos de la elección de Fujimori como nuevo Presidente del Congreso, hablaban de que veían en Velásquez Quesquén la intención de mejorar la imagen del Parlamento. ¡Por favor! ¿Acaso Gonzales Posada y Meche Cabanillas no tuvieron la misma intención? Mejorar la imagen del Congreso no parte por un buen deseo de alguno de sus presidentes, parte de que los peruanos sepamos votar y botar, como lo dije en un artículo anterior.
Felicitaciones al nuevo Presidente del Congreso, Alberto Fujimori. Ese guiño a Montesinos no era de cariño nomás…
2 comentarios:
Ja... mientras tanto, los idiotas anduvieron pensando en Leisy.
En fin, cosas de nuestra querida república mermelera.
Ja... mientras tanto, los idiotas anduvieron pensando en Leisy.
En fin, cosas de nuestra querida república mermelera.
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