domingo, 28 de febrero de 2010

Twittero peruano ayudó a difundir la tragedia [Nota en el diario El Comercio]

Miles utilizaron el Twitter y Facebook para reportar la situación en el sur. José Enrique Escardó ayudó a familiares a ponerse en contacto.


José Enrique Escardó es un insomne, solo duerme dos horas. Y aunque para todo su entorno su exceso de vigilia es un problema, el último viernes se convirtió en una bendición. A eso de las dos de la mañana José Enrique recibió una alerta en su Twitter.

El mensaje provenía del “New York Times”: “Sin confirmar, terremoto en Chile, informaremos después”. Reenvió el mensaje a su grupo y comenzó a buscar más información. Nada.
Las redacciones de los periódicos peruanos dormían. Entró a un canal chileno, comprobó la alerta y cuando decidió abrir un post en Google Buzz la información le llegó en segundos, porque su post está conectado, además, a su Facebook.
¿Qué pasó? Desconocidos en Chile comenzaron a informarle lo que pasaba y él transmitió todo lo que iba leyendo. No durmió, no comió. Solo ayudó a buscar familiares de personas conectadas.
Escribía datos. La gente me hacía preguntas, actualizaba información, editaba, informaba sobre las ciudades con mayores problemas. Todo en tiempo real”. José Enrique estuvo actualizando más de ocho horas sin descanso.
“Yo soy un apasionado de las redes sociales. En los momentos de desastre y cuando no se activan los medios tradicionales las redes sociales sirven. Yo sentí la obligación de estar despierto y gracias a mis mensajes una señora venezolana pudo conectarse con sus familiares. Eso te llena de satisfacción”. El sábado por la tarde José Enrique era buscado por los periodistas para que contara su historia y él solo sonreía.
“No lo hice por trabajo, lo hice porque debemos ayudarnos”. Toda su experiencia en su blog personal: elquintopie.com.
[Ver nota original aquí]

miércoles, 24 de febrero de 2010

Hildebrandt se asustó con la teta (y yo no quiero ni verla)

Leí hoy la columna de César Hildebrandt en La Primera. Recomiendo leerla antes de seguir.

Si algún prejuicio tengo -que no tengo muchos- es en relación al bien intencionado pero finalmente esperpéntico y vergonzoso cine peruano.

No he visto "La Teta Asustada" ni la veré porque no soy "patriota fácil" y detesto ver cómo la realidad de nuestro país suele ser presentada en pantalla grande como algo de lo cual podemos hacer una postal, como dice Hildebrandt en su columna.

Todos hablan del filme como producción peruana, pero, igual que el astronauta "peruano", que Kina "peruana", que Qorianka "peruana" y todo lo "peruano" que sale a relucir cuando se condimenta con lo extranjero (Gastón, el rey de la fusión, incluido) esta película es una coproducción hispano-peruana.

Cuando en el Perú mucha gente habla muy bien de algo, siempre pongo en duda de que sea bueno, normalmente termina siendo alguna moda sobrevalorada que no me interesa seguir ni me avergüenza criticar.

Yo tampoco creo que "La Teta" vaya a ganar el Oscar. Y, si lo gana, ¿qué? Machu Picchu es una de las nuevas maravillas del mundo y los turistas tienen que cargar piedras y sacar en carretillas el agua de las avenidas semidestruidas porque las autoridades son ineptas y corruptas.

Termino citando a Hildebrandt: "Sé a lo que me expongo con estas líneas. La verdad es que importa un ardite. Peor hubiese sido sumarme al coro extasiado y patriótico de los que creen que el honor nacional está en juego en la ceremonia del Oscar".

domingo, 21 de febrero de 2010

¿Por qué diablos tengo que estar en las redes sociales?

Desde la semana pasada, todos los que usamos una cuenta de correo en Gmail nos encontramos con una nueva pantalla de bienvenida que nos invita a suscribirnos en Google Buzz. La mayoría tal vez optó por no hacerlo, pero son millones en el mundo los que aceptaron la propuesta, tal vez la mayoría sin saber en qué se estaban metiendo.


Buzz es el nuevo intento por ganar espacio en el mundo de las redes sociales del imperio virtual que comenzó con un buscador y hoy quiere “estrar en todas”. Si estás en Buzz, es probable que también estés desde hace un tiempo en Twitter y/o Tumblr, antes en Facebook y mucho antes en Hi5, la red social más usada en el Perú.

Cada día que pasa vemos más personas de todas las edades que tienen Twitter o Facebook y que dicen que “si no estás en Facebook, no estás en nada”. Y es cierto. Si no te subes al tren de las redes sociales, tu negocio puede ser superado por otros rápidamente, tal vez no te enteres de la fiesta de cumpleaños de tu mejor amigo o del mejor descuento en una tienda de ropa que adoras y hasta estés desactualizado con las últimas noticias, que ahora se conocen más rápido en Twitter o Facebook que en las propias webs de los medios de comunicación.

Las redes sociales se adaptan perfectamente a las necesidades de cada usuario, a pesar de que nunca faltan aquellos que, pretendiendo apoderarse de un bien común solo por el hecho de ser un usuario más “hábil” de las herramientas de estas redes, quieren imponer normas que ellos mismos crean a su peso y medida. Pasando eso por alto, la única verdad en este mundo paralelo cada vez más real y útil, es que cada usuario utiliza y arma sus páginas en estas redes siguiendo a quien quiere, compartiendo lo que quiere con quien quiere, invitando y aceptando a quien quiere, dándole el giro personal o laboral que quiere.

Las redes sociales tienen millones de oportunidades para que cada quien las utilice y se manifieste como mejor se acomode en ellas. Hay peligros también, especialmente en redes que permiten o incentivan el anonimato, creando situaciones en las que usuarios falsifican sus identidades y pretenden así engañar o aprovecharse de incautos o menores de edad.

Las redes sociales son una necesidad hoy. Estar conectado y aprovechar al máximo las opciones que nos da la red ya no será opcional en poco tiempo. Todos pueden y deben acceder a este mundo sin temores, aprendiendo a usarlo y entendiendo los límites entre la utilidad, el entretenimiento y la adicción.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Cuidado con el Bayly Borat

Jaime Bayly es una copia peruanizada de Sacha Baron Cohen. La misma persona se disfraza de distintas maneras para hacer diferentes personajes que parecen reales:

1. Ali G es un desadaptado que cuestiona el sistema y entrevista a personajes insospechados, que creen que él realmente es un entrevistador. En Bayly, este es el Francotirador.

2. Bruno es un gay exagerado que modela y agarra a todos los hombres que puede. También entrevista porque es reportero en una revista de moda. Bayly hace el mismo personaje.

3. Borat es un un reportero de televisión de Kazajistán con una actitud antisemita y misógina que viaja a Estados Unidos para realizar un supuesto "documental" y aprender sus costumbres porque está "interesado" en que su país mejore, pero no sabe ni dónde está parado en política y habla estupideces. Ese es Bayly de candidato presidencial.


Todos son personajes con los que tanto Sacha Baron Cohen como Jaime Bayly montan un show mediático y dejan que la gente se burle de ellos mientras ellos se burlan de la gente. Negocio redondo.

Lo que me preocupa es que Sacha Cohen Baron sí sabe dónde están sus límites, Parece que Bayly no tiene esa capacidad y se cree sus personajes... Eso es patológico.

Pero lo que más me preocupa es que muchos peruanos, cuando ven a Bayly hacer estos personajes, especialmente el Borat presidenciable, se la creen, como cuando éramos niños y salíamos del cine creyendo que por ver a Rocky podíamos partirle la mandíbula de un derechazo al primer ladrón que intentara robarnos nuestra propina.

Me preocupa que la gente realmente crea que Bayly y su nuevo personaje cómico puedan gobernar un país que, por primera vez en décadas, está siendo tomado en serio en el mundo.
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