miércoles, 24 de febrero de 2010

Hildebrandt se asustó con la teta (y yo no quiero ni verla)

Leí hoy la columna de César Hildebrandt en La Primera. Recomiendo leerla antes de seguir.

Si algún prejuicio tengo -que no tengo muchos- es en relación al bien intencionado pero finalmente esperpéntico y vergonzoso cine peruano.

No he visto "La Teta Asustada" ni la veré porque no soy "patriota fácil" y detesto ver cómo la realidad de nuestro país suele ser presentada en pantalla grande como algo de lo cual podemos hacer una postal, como dice Hildebrandt en su columna.

Todos hablan del filme como producción peruana, pero, igual que el astronauta "peruano", que Kina "peruana", que Qorianka "peruana" y todo lo "peruano" que sale a relucir cuando se condimenta con lo extranjero (Gastón, el rey de la fusión, incluido) esta película es una coproducción hispano-peruana.

Cuando en el Perú mucha gente habla muy bien de algo, siempre pongo en duda de que sea bueno, normalmente termina siendo alguna moda sobrevalorada que no me interesa seguir ni me avergüenza criticar.

Yo tampoco creo que "La Teta" vaya a ganar el Oscar. Y, si lo gana, ¿qué? Machu Picchu es una de las nuevas maravillas del mundo y los turistas tienen que cargar piedras y sacar en carretillas el agua de las avenidas semidestruidas porque las autoridades son ineptas y corruptas.

Termino citando a Hildebrandt: "Sé a lo que me expongo con estas líneas. La verdad es que importa un ardite. Peor hubiese sido sumarme al coro extasiado y patriótico de los que creen que el honor nacional está en juego en la ceremonia del Oscar".
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...