Pao: Como periodistas, a veces, nos volvemos apasionados y, a veces, está bien. Pero, la vida no es un cómic o una telenovela, donde el malo es 100% malo y el bueno su némesis híper extrema. AAR era un buen director de Perú 21, pero tampoco era el gurú del periodismo nacional ni nada por el estilo, y su salida de Perú 21, si bien condenable, tampoco significa que el periodismo nacional ha caído en las entrañas del demonio de la falta de libertad.
AAR puede seguir expresándose por internet o en RPP o en y por otros medios. Y si Perú 21 deja de ser atractivo para sus lectores, desaparecerá o pasará a ser consumido por otros grupos objetivos.
En el mundo de la libertad de expresión que todos defendemos, recordemos que, así como hay quienes decían que AAR era el paradigma del periodismo libre, otros decían que Perú 21 era, con él a la cabeza, el "basurero de El Comercio" y muchos se quejaban de que no publicara rectificaciones, cosa exigida no solo por ley, sino por la -tanvenidaamenos- ética.
Las pasiones fueron creadas por dios o por la naturaleza o por quien creamos que las crearon para hacernos perder de vista el necesario equilibrio que debemos tener los periodistas como notarios de la realidad.
No creo que esté bien que hayan sacado de esa manera a AAR, de quien siempre he tenido un buen concepto pero a quien también he criticado por algunas actitudes, pero tampoco creo que esté bien que los periodistas manufacturemos de cuando en cuando héroes que parece que necesitamos para suplir nuestras propias inseguridades. Pasaron por esa lista Genaro e Ivcher con sus banderitas y mira dónde están ahora.
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