viernes, 19 de setiembre de 2008

[ el quinto pie del gato ] lo advirtió: Morey se fue de RBC

Esta mañana leíamos en La República:

Luis Alfonso Morey renunció ayer a su cargo como gerente general de RBC. Hasta el cierre, Morey no contestaba el celular, aunque, según rumores, sucumbió a las presiones para sacar a César Hildebrandt del aire.

Las Chiquitas de Correo eran aún menos específicas:

Baja en RBC
Luis Alfonso Morey renunció ayer, sin dar razones, a la presidencia del directorio, la dirección general de prensa y la gerencia general de RBC-Canal 11.

Por su lado, las Carnecitas del diario La Razón tuvieron más suerte (¿será que el corazoncito naranja de Morey se enterneció?). Ellos informaron así:

Renunció Morey
Luis Alfonso Morey presentó ayer su renuncia irrevocable a los tres cargos –gerente general, miembro del directorio y director general de prensa– que desempeñaba en Canal 11 desde noviembre del año pasado. En breve declaraciones a Carnecitas dijo que se retiraba satisfecho de la misión cumplida y que le deseaba el mejor de los éxitos al propietario, Ricardo Belmont.

Ya lo había anunciado yo cuando Morey firmó contrato con Hildebrandt. Refresquemos la memoria leyendo mi post del sábado 30 de agosto del 2008, titulado: "Hildebrandt y Morey: ¿Quién es el perro y quién el hortelano?".

Actualización.

Sábado 20 de setiembre. Ping-Pong con.... Luis Alfonso Morey: "Me voy de rbc por diferencias con Ricardo Belmont". Ex gerente se niega a dar los motivos que lo hicieron renunciar irrevocablemente a Canal 11. Lee todo aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Morey ¿Q.E.P.D.?

Luego de una intensa campaña por una televisión blanca y de haber sudado a mares la camiseta de RBC Televisión, con una convicción fundamentalista de querer jugarse el todo por el todo ("no nos pararán, no nos sacarán, no nos vencerán", etc.) sale Morey a decir que, por diferencias con Ricardo Belmont, se ha visto obligado a renunciar.

La noticia de su renuncia ocupó, en "La República" y en "Correo", un espacio muchísimo menor a cualquier chisme sobre Monique Pardo.

Por supuesto, los demás medios, los que informan hasta de la ropa interior del "Mero" Loco se, preguntaban a lo interno "¿Morey, quién es ese?"

Esperando, por último, ya, a que César Hildebrandt informara en su programa algo al respecto, nuestra expectativa se vio frustrada. Más cobertura tuvo la "enfermedad" de su perrito de peluche que la renuncia de Morey (el ¡Gerente General!) que lo contratara la semana pasada, nomás.

Y es que saber el porqué de la renuncia de Morey es sumamente importante para los interesados en que se produzca un cambio cualitativo de la televisión, y por los siguientes puntos:

Primero, por su insistencia a prueba de balas de que él, Morey, iba a ser quien iba a liderar el movimiento "lavemos la pantalla";

Segundo, porque se había metido, nada menos que, con IBOPE, el poder encarnado, y sus escuderos, la gente de la ANDA; y

Tercero, porque él fue el que puso a Hildebrandt de regreso en pantalla, previas sentidas disculpas de rigor a Hildebrandt.

Si Hildebrandt prometió "hablar de las cosas que otros no hablan", debió informar, entonces, en qué estribaba la "gran" diferencia de Morey con Belmont para que Morey se viera obligado a renunciar. Y si Ángel Ganoza dice que informa con la rigurosidad de un "tribunal" sobre lo que acontece en la televisión, debió decir algo de la renuncia de Morey. Si "Más allá de la noticia" quería hacer honor a su nombre, Rafael Romero debió informar sobre los entretelones de la renuncia del Gerente General, portador de la antorcha de la lucha contra la corrupción mediática.

Nada de esto hubo. Lo único que dijo Romero, el viernes pasado, fue que "le deseaba suerte a Morey en sus nuevas actividades en el sector privado", con lo cual confirmaba la noticia, desde adentro, de que Morey "ya había sido".

Al margen del comentario de Romero y de la entrevista hecha a "Don Morey de la Mancha" por "La República", Morey se fue y nos dejó con la duda de qué fue realmente lo que pasó dentro de RBC.

Y por lo tanto sólo nos queda especular: ¿Belmont le dijo, o te vas tú o se va Hildebrandt? ¿Belmont le dijo, tu idea de televisión blanca no es igual a la mía? ¿Nadie más renunció en solidaridad con Morey ante "tamañas diferencias" con el dueño del canal? ¿Rafael Romero es el "Lúcar" de Morey?

La sensación que deja esta falla comunicacional para con el público es que, una vez más, el poder detrás de la cortina de humo (o sea, IBOPE, la SNRTV, la Central de Medios, el resto de los canales, etc.) se ha salido con la suya, y una víctima más de su arrollador poder yace en el asfalto mediático. Pongamos pues una cruz a la vera del camino y que "San Belmont" tenga a bien acoger a Morey en su seno, luego de su purgatorio televisivo en el "Pulso" de "San Genaro".

Anonymous dijo...

Morey ¿Q.E.P.D.?

Luego de una intensa campaña por una televisión blanca y de haber sudado a mares la camiseta de RBC Televisión, con una convicción fundamentalista de querer jugarse el todo por el todo ("no nos pararán, no nos sacarán, no nos vencerán", etc.) sale Morey a decir que, por diferencias con Ricardo Belmont, se ha visto obligado a renunciar.

La noticia de su renuncia ocupó, en "La República" y en "Correo", un espacio muchísimo menor a cualquier chisme sobre Monique Pardo.

Por supuesto, los demás medios, los que informan hasta de la ropa interior del "Mero" Loco se, preguntaban a lo interno "¿Morey, quién es ese?"

Esperando, por último, ya, a que César Hildebrandt informara en su programa algo al respecto, nuestra expectativa se vio frustrada. Más cobertura tuvo la "enfermedad" de su perrito de peluche que la renuncia de Morey (el ¡Gerente General!) que lo contratara la semana pasada, nomás.

Y es que saber el porqué de la renuncia de Morey es sumamente importante para los interesados en que se produzca un cambio cualitativo de la televisión, y por los siguientes puntos:

Primero, por su insistencia a prueba de balas de que él, Morey, iba a ser quien iba a liderar el movimiento "lavemos la pantalla";

Segundo, porque se había metido, nada menos que, con IBOPE, el poder encarnado, y sus escuderos, la gente de la ANDA; y

Tercero, porque él fue el que puso a Hildebrandt de regreso en pantalla, previas sentidas disculpas de rigor a Hildebrandt.

Si Hildebrandt prometió "hablar de las cosas que otros no hablan", debió informar, entonces, en qué estribaba la "gran" diferencia de Morey con Belmont para que Morey se viera obligado a renunciar. Y si Ángel Ganoza dice que informa con la rigurosidad de un "tribunal" sobre lo que acontece en la televisión, debió decir algo de la renuncia de Morey. Si "Más allá de la noticia" quería hacer honor a su nombre, Rafael Romero debió informar sobre los entretelones de la renuncia del Gerente General, portador de la antorcha de la lucha contra la corrupción mediática.

Nada de esto hubo. Lo único que dijo Romero, el viernes pasado, fue que "le deseaba suerte a Morey en sus nuevas actividades en el sector privado", con lo cual confirmaba la noticia, desde adentro, de que Morey "ya había sido".

Al margen del comentario de Romero y de la entrevista hecha a "Don Morey de la Mancha" por "La República", Morey se fue y nos dejó con la duda de qué fue realmente lo que pasó dentro de RBC.

Y por lo tanto sólo nos queda especular: ¿Belmont le dijo, o te vas tú o se va Hildebrandt? ¿Belmont le dijo, tu idea de televisión blanca no es igual a la mía? ¿Nadie más renunció en solidaridad con Morey ante "tamañas diferencias" con el dueño del canal? ¿Rafael Romero es el "Lúcar" de Morey?

La sensación que deja esta falla comunicacional para con el público es que, una vez más, el poder detrás de la cortina de humo (o sea, IBOPE, la SNRTV, la Central de Medios, el resto de los canales, etc.) se ha salido con la suya, y una víctima más de su arrollador poder yace en el asfalto mediático. Pongamos pues una cruz a la vera del camino y que "San Belmont" tenga a bien acoger a Morey en su seno, luego de su purgatorio televisivo en el "Pulso" de "San Genaro".

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