jueves, 24 de julio de 2008

¿Por qué la oposición debería de presidir el Congreso?

En las Elecciones Generales, decidimos quién debería de gobernar el país por un período de 5 años. También decidimos quiénes deberían de ocupar los 120 escaños del Congreso de la República. El gobierno en general –no solo el presidente ni el Poder Ejecutivo- es un reflejo del deseo del pueblo por ser representado de una manera determinada en la conducción del Estado al que todos pertenecemos. Por eso nuestro sistema de gobierno se llama democracia, el gobierno del pueblo.


Pero, ¿qué sucede cuando, pasado poco o mucho tiempo, el pueblo se da cuenta de que se equivocó al elegir a su presidente? No conviene sacarlo de Palacio de Gobierno, por lo menos no en la coyuntura tan débil en la que nuestro país está enmarcado desde hace ya varios años. La solución está en la alternancia de presidencia y vicepresidencias en el Congreso.

Un gobierno que empezó débil, pero con mayoría, necesita de su mayoría parlamentaria para fortalecerse, pero, cuando se debilita gracias a sus propias torpezas, el pueblo –“demos”, el que le da o le quita su poder- manifiesta su deseo de cambiar cómo debe de ser representado. Esto lo hace, básicamente, a través de las encuestas.

Hace unos días, fue publicada una encuesta de Ipsos Apoyo en la que Alan García tiene 70% de desaprobación en su gestión (y su gobierno en general llega al 73% de rechazo). La tendencia sigue a la baja.

Los mismos que le dieron el poder en las elecciones del 2006 están decidiendo con sus opiniones reflejadas en las encuestas que los poderes del Estado –en especial el Congreso, desaprobado por 8 de cada 10 encuestados- no sean dirigidos por las mismas personas que representaron mayoría cuando fueron elegidas.

Hoy, los peruanos, a través del poder popular que hace ganar o perder elecciones, están pidiendo que el APRA se haga cargo del 26% que aún cree en ellos y que los demás seamos representados por una Mesa Directiva recompuesta, en la que el 70% (opositores) se comparta entre la presidencia y las primeras 4 vicepresidencias del Congreso. Con todas sus fallas, de eso se trata la democracia.

Por eso el Congreso, con todas sus deficiencias, representa al pueblo mejor que el Presidente en una razón de 120 a 1.

Por eso el Presidente del Congreso debe ser, ahora que el Perú que quería como gobierno al APRA hace dos años no es el mismo y rechaza esta opción, un congresista opositor.

Todos los grupos políticos deben de estar representados en la Mesa Directiva, eso es una necesidad, pero la Mesa Directiva, a diferencia del Congreso en pleno, del Presidente y su gabinete (que solo él elige), debe representar cada año lo que el pueblo quiere en esta democracia que hemos elegido.

Si hemos elegido elegir, debemos aprender a usar todas las armas que la democracia nos da para hacerlo lo mejor posible. Usemos las herramientas disponibles y no nos cerremos en un acto de hace 2 años. Quedan 3 años más, hagamos mejor las cosas.

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