No es así recién. Siempre fue así.
En 1999 escribí una columna sobre su regreso a la TV peruana después de su autoexilio en Estados Unidos. En el siguiente programa me dedicó más de diez minutos. Respondí sus estupideces en mi siguiente columna. Y volvió a la carga con mentiras y burlas. Diez minutos más en señal abierta. Me aburrí de contestarle, así que en mi columna siguiente solo le dediqué un párrafo de despedida.
Semanas después, un periodista de la revista fue a entrevistarlo a la salida del canal y Ortiz le pasó el carro por encima del pie.
Aquí están las columnas que reflejan el espíritu de una bronca de hace 22 años que muestra lo vigente que está aún lo que dije de él. Y, ahora que las he leído otra vez, también resultaron premonitorias.
Siempre fue #BetoMiserable.
Publicada el 18.10.99
Es lamentable que la necesidad de chamba haga que en este país surjan algunos entes que se aprovechan de las miserias o éxitos ajenos para vivir de ello. Con un disfraz de paladín de la sinceridad y la transparencia, estos poseros copiones se cuelgan de la mierda ajena y la convierten en su forma de vida sin el más mínimo remordimiento de por medio.
En esta oportunidad, merece mi atención especial el caso psiquiátrico más comentado de la semana, la aparición en las pantallas de Canal A de una nueva estrella (suponemos que fugaz), el señor Beto Ortiz. Él, cual nuevo mesías, ha llegado desde lo más profundo de los oscuros basurales intelectuales a posar ante cámaras y disparar su veneno a todo aquél que se cruce en su camino. Su actitud irreverente es interesante de analizar y podría ser muy útil, pero sólo el día que se decida a utilizarla para construir algo de provecho. El maleteador Ortiz, cual parásito, se prende de sus víctimas y vive de ellas, a costa de sus emociones y de sus problemas. Un digno representante de la especie pseudohumana de aquellos que se venden a precio módico en una etapa de crisis y que disfrutan del sabor fresco de la carroña artística de un país que ya no sabe adónde vomitar sus frustraciones.
El orgullo que exhibe en su trabajo es envidiable. Ya quisiera yo poder ser así: arrogante, desvergonzado, petulante, ponzoñoso, irrespetuoso, atropellador de intimidades, etc. y poder dormir tranquilo. Bien por él. Y pensar que todo esto empezó con una operación, un beso y la escasez de chamba. Así de complejo es mi país. ¿Bendito seas Perú por los hijos que produce tu crisis!
El lunes 11, fecha en que se inició su aparición salvadora en el programa “Para Todos”, a pesar de ser un invitado nomás, se dedicó a aplastar a los del mismo canal y al programa que le daba la bienvenida. Se quejó de la mesa, de la producción, de que el teléfono no tenía línea, del rating, etc. Fue un experto cagagente al que casi nadie contestaba la llamada. Se aprovechó de su agenda electrónica-base de datos para jorobarles el sueño a sus “amigos” de la farándula. Eso cautivó a Canal A. Ahora está todos los días con poses, tonitos de voz y frasecitas a lo Jaime Bayly, quiere irrumpir en nuestras casas para que lo creamos el nuevo paradigma de la televicio peruana, llena de maleteo, sinvergüencería y falta de conciencia, todo ello vendido a precios a veces altos, a veces simbólicos.
Felicitaciones Beto Ortiz, nuestro país te agradece que nos muestres que cada día estamos más sumidos en la desesperación y que no sabemos qué más hacer para divertirnos, muera quien muera.
Termino mi reflexión con el eslogan de esta columna: “Grandes mentes hablan de ideas. Mentes promedio hablan de eventos. Mentes pequeñas hablan de otras personas”, aclarando que lo que critico de Ortiz es su actitud. Él me tiene sin cuidado, pero sí me importa lo que su caso simboliza.
Hasta la próxima. Y busca siempre “El Quinto Pie del Gato”, es bueno ver la vida desde adentro...█
TE CREÍ MÁS SABIO PARÁSITORTIZ...
Publicada el 25.10.99
La semana pasada, UNA persona (índice de rating) me llamó para decirme que Betortiz, que antes era un investigador, estaba comentando esta humilde columna en sus veintitantos minutos de cuatro puntos de rating con 30 por ciento de encendido (oropel vacuo). Lo escuché, me reí y confirmé que el pobre animador ya no era lo que alguna vez pretendió ser.
Ahora le contesto y espero que esta vez acepte que atacar mi foto y mi pasado no lo librará de su propia incapacidad. Debo recordar que todo lo que dije la semana pasada fue una opinión, y que nunca lo acusé diciendo falsedades, como él sí lo ha hecho. Actuaré en base a mi libertad de expresión y me defenderé de los ataques que él me ha hecho con argumentos y no con ataques mongos, o sea, como la gente decente. A ver, Beto, si puedes sobreponerte a la piconería y usar el cerebro bien irrigado que, según tu desinformación, tu dieta te ha dado.
Me atacó diciendo:
1) Que soy un Hare Krishna: FALSO. No pertenezco a los Hare Krishna hace un año. Te puedo hacer llegar copia de la carta que envié, en octubre de 1998, renunciando a esa organización religiosa. No tengo ninguna afiliación en estos momentos y no creo que, para una persona pensante, mi pasado religioso sea una razón que invalide mis opiniones sobre lo que tú representas.
2) Que mi cerebro no está bien irrigado porque en mi dieta falta la carne: Tengo en mi poder libros y referencias que demuestran que la dieta vegetariana es positiva para el desarrollo de todas las capacidades. Cualquier investigador periodístico sabe que esto está demostrado desde la década del ’60. Estás desactualizado, con gusto te enviaré los datos que te faltan para dar una opinión con base. Debo suponer que haces extensiva tu ignorante conclusión a un grupo de gente con cerebro muy bien irrigado que ha seguido este tipo de dieta, entre los cuales podrás encontrar a grandes sabios, científicos y líderes a través de la historia.
3) Que los Hare Krishna no tienen sexo: Otra mentira. Primero, los Hare Krishna sí tienen sexo. Gracias a ello tienen hijos, a los cuales puedes visitar en sus comunidades. Cómo se nota que no te acuerdas de que el reportaje de la Revista Dominical no lo hiciste tú (como aseguraste), sino Marianne Blanco, y que fue muy favorable y objetivo. Segundo, es difícil de creer que para un periodista con tu prestigio (por lo que hiciste antes de esta triste etapa en la que te han encerrado tus necesidades económicas), pueda ser motivo para invalidar opiniones el hecho de que alguien no tenga relaciones sexuales. O sea que para ti, el papa, muchos curas y obispos y el congresista Rey Rey son unos tarados incapaces de emitir juicios razonables. No creo que tus televidentes estén de acuerdo contigo. Cuidado con lo que dices, puede que Taitita-Rating se moleste... más...
4) Que soy un parásito porque trabajo en la revista de mi “papito”: Investiga, pues, ¿o ahora te duele? Soy director ejecutivo y accionista de la revista, tengo otra empresa de la que soy gerente general desde hace cinco años sin fallar en pagos de sueldos, impuestos, etc. Siempre en azul, a pesar de la crisis. Es grave tu falta de respeto a mi padre, un periodista de mucha más trayectoria que tú y que es un símbolo del periodismo nacional, al creer que, luego de 42 años de entrega, él va a darme la dirección de la revista que ama más que a su propia vida sin considerarme apto para el reto. Estás siendo muy impertinente y poco cauteloso. Además, más de medio periodismo nacional sería parasitario e incapaz según tú. Los Miró-Quesada, los Zileri, los Delgado Parker, los Mohme y tantos otros respetables periodistas serían parásitos. Creo que tu público no estaría de acuerdo con que la continuidad de una empresa familiar es censurable.
Me parece que con este comportamiento infantil y nada profesional estás desprestigiando a un buen canal de TV que se está esforzando por llevar adelante una programación decente y de nivel, con entretenimiento sano. No sé si mucha gente de Canal A esté de acuerdo con que critiques el programa en el que tienes esa secuencia de marras y a otros programas de la misma casa. No sé si gente tan profesional y de tan alta calidad personal como Christian Andrade, el mismo Raúl Romero (a quien quieres robarle el programa descaradamente), Lalo Martins, Bruno Pinasco (en resumen, gente que se está esforzando por aportar algo bueno y con un trabajo no carroñero) estén muy felices con tus ataques y tus poses. Dudo. Y es gente a la que conozco y aprecio.
Lo que más me sorprende es que en ese canal se permita rebajar el nivel de la programación por unos puntos de rating provenientes de tu cochinada y de tus ataques. Me sorprenden mucho esos contrastes.
En cuanto a mí, si no me conoces, mejor no hables. Puedo enviarte toda la información que requieras sobre mi persona para que me ataques con el cerebro y no con un ají en el poto. A mí no me gusta lo que haces y ya te dije por qué. Si no te gusta mi opinión, entonces defiéndete con fundamentos, no me ataques con mentiras y golpes bajos. Típico recurso politiquero de mentes mediocres incapaces de argumentar a su favor. Se ven atacados y no se defienden, atacan con las garras y con los ojos cerrados a su propia inseguridad. Bien por ti, Ortiz. Bien por la televisión. Pero a mí no me jodas con tu piconería de fiesta de kínder.
Esta vez sin poesía y sin rimbombancia. Los puntos sobre las íes y tú mantente en tu sitio y métete con quien no sepa contestarte. No escupas al cielo... A ver si eres valiente, lees esta columna ante cámaras (no sólo las partes que te convienen) y me pides disculpas por decir mentiras sobre mí y sobre gente que no tiene que ver con este lío. Pero, hazlo con nivel. Digo, si te acuerdas de cómo se hace eso. Y esto es entre tú y yo, no entre el programa que te da esos minutos, aunque lo critiques, y mi revista. Menos con mi viejo. Desahuevina Forte para ti, tres veces al día. Y alguien que te asesore...
Hasta la próxima. Y busca siempre “El Quinto Pie del Gato”, es bueno ver la vida desde adentro...█
PICONERÍA DE PRENSA
Publicada el 03.11.99
(Solo el párrafo dedicado a Ortiz).
Una notita final para Beto Ortiz: Luego de tu última intervención en relación con nuestra bronca, sólo me queda decirte que no me gusta gastar argumentos ni espacios en tratar de llegar a algo con un tipo que tiene el cerebro para que su cráneo no suene a poto de frijol colado a medio comer. Además, gracias a las tres personas que el destino me ha permitido conocer la semana pasada, las cuales han estudiado contigo en el colegio y en la universidad, entiendo que me equivoqué. Yo pensé que antes fuiste un tipo valioso y que ahora estabas fingiendo un personaje. Pero, con lo que me contaron ellos, me di cuenta de que es al revés. Fue en la época en que hiciste periodismo decente en la que estuviste fingiendo. Con lo que sé de ti ahora debo aceptar ante mis lectores que cometí un error al pensar que entenderías razones. Suerte en tu vida profesional, la necesitarás. Popularidad no es igual a éxito.
Hasta la próxima. Y busca siempre “El Quinto Pie del Gato”, es bueno ver la vida desde adentro...█