jueves, 9 de octubre de 2008

¿'Petrogate'? [ante tanta irresponsabilidad, comparto la columna de Beatriz Boza]


Estaba por escribir casi exactamente lo mismo. No me importa no ser el que da 'la' primicia ni el que tenga 'la' opinión sobre el tema. Lo que me importa es que, en estos momentos de crecimiento y buena imagen, empecemos a ser responsables y a no tirar al bebe con el agua del baño (en este caso, con el petróleo).


Rincón del autor. Ad portas del APEC no podemos cambiar al canciller o a la ministra Aráoz. La lucha contra la corrupción requiere medidas certeras que nos permitan avanzar
Por Beatriz Boza

El ama de casa sabe que si le roban en su hogar no es suficiente cambiar al personal sino que cambia las chapas y guarda en lugar seguro sus objetos de valor. Ella sabe que no basta cambiar personas, sino que se requiere contar con mayores medidas de seguridad, como, por ejemplo, instruir que nadie puede abrir su cartera o entrar a su habitación. Basta con que algún miembro del hogar vea a otro no autorizado abrir la cartera o ingresar a la habitación para indagar al respecto.

Ante el escándalo del 'Petrogate' que ha suscitado el total rechazo de la población, parece que la manera más eficaz que tenemos para lidiar con la corrupción es recurrir a despidos, investigaciones y castigos. Canalizamos nuestra impotencia ante la impunidad pidiendo sanciones drásticas, queremos ver rodar cabezas y cambiar el Gabinete. ¿Eso reducirá la corrupción? No. Porque cuando las medidas se centran en el cambio de actores y no en reforzar el sistema de seguridad contra la corrupción perdemos de vista que "en arca abierta hasta el justo peca". En el caso de Perú-Petro, se requieren sanciones drásticas y eficaces para dar un mensaje claro contra la corrupción, pero también tenemos que forjar un sistema que impida prácticas corruptas, basado en la transparencia, competencia y control.

Como ya lo hacen el Tribunal Constitucional y algunos reguladores, toda entidad debe publicar en su web las distintas reuniones que sostiene la autoridad con el sector privado. Además, toda concesión o alianza estratégica con el sector privado, como las que ha entablado Petro-Perú con el consorcio noruego, debe ser transparente y competitiva, especialmente si afecta el patrimonio estatal. Debemos reforzar los controles internos y externos. En el 2006, por ejemplo, se le quitaron los controles internos a Petro-Perú. Ahora más que nunca, el Congreso debería revertir esa situación y someter a Petro-Perú al control del Fonafe, del SNIP y del Consucode. El país requiere de un contralor general de la República de reconocida solvencia, trayectoria e independencia, como es el caso de Beatriz Merino. Es imperioso pensar en personas de la talla de Lourdes Flores, Susana Villarán o Cecilia Blondet para darle a la contraloría el sitial que requiere en la vida del país.

Ad portas del APEC no podemos cambiar al canciller o a la ministra Mercedes Aráoz que vienen haciendo un buen papel. La lucha contra la corrupción requiere medidas certeras e inteligentes que nos permitan avanzar.

martes, 30 de setiembre de 2008

Feliz Día de cualquier cosa

Mañana, 1 de octubre, se celebra el Día del Periodista. Como todos los años, veré en algunos canales de televisión cómo tremendos tiburones que solo saben mañas -mas nada de periodismo- y que utilizan esta vocación [porque quien tome el periodismo como profesión es cualquier cosa menos periodista] para alcanzar sus ambiciones de poder, darán discursitos impostados, prefabricados, vacíos como su escala de valores.

Saben que no podrían ser «grandes» de ninguna otra manera porque, presentándose como periodistas o comunicadores, están protegidos para hacer todas sus sinvergüencerías y evitar así que los puedan meter presos. Claro, saldrán a decir que cualquier intento de hacer justicia ante los abusos que cometen es un «ataque a la libertad de expresión y de prensa». Y así, de tanto prostituir este derecho, alguien que es realmente afectado por quienes quieren silenciarlo, termina siendo el pastorcito mentiroso que decía «¡el lobo, el lobo!» y que muere engullido por el lobo de verdad.

Me dan pena, rabia y ganas de escupirles en el rostro esas personas que usan la nobleza de la libertad de expresión para presentarse como los héroes que no son.

Me dan pena y rabia esos pseudo hombres de prensa que chantajean a los demás escondidos en un medio de comunicación y que utilizan la fuerza de la prensa para generar una corriente de opinión que los favorece y que revienta a quienes no están de su lado o no les lavan los pies. Me dan pena, rabia y ganas de usarlos de felpudo esos tipos que pregonan en cada esquina una rectitud que nunca han tenido y que han envidiado de los que -afortunadamente- no son como ellos. Me dan pena, rabia y ganas de tirarlos al río del desprecio histórico esos advenedizos que se consiguen un lugar en un medio de comunicación para que su delincuencial comportamiento pase por patriotismo en una coyuntura favorable. Me dan pena, rabia y vergüenza ajena esos que no son capaces de hacerle frente a la injusticia cometida por los autohéroes de la libertad de expresión y que los adulan por temor a ser reventados por su poder y/o su dinero. Me dan pena, rabia y deseos de devolverlos al útero materno para que los aborten esos que no quieren hacerle el pare a los autohéroes y que los premian por ser de su argollita de mafiosos o por temor a sus represalias.

La libertad de expresión no es para utilizarla, es para lucirla. No es para atacar al que tiene menos rating o lectoría y, aprovechándose de la superioridad numérica de seguidores, meterle entre cejas mil mentiras a la audiencia o los lectores para beneficio propio. La libertad de expresión es un tesoro del pueblo, no un botín de filibusteros abusadores y violadores de los más débiles.

Delincuentes, eso son quienes intentan hacerse pasar por grandes defensores de una libertad de expresión y de prensa que ellos manejan para su engrandecimiento propio. Son terroristas de la libertad de expresión, ya que usan el derecho más elevado de la gente, metiendo miedo y creando mentiras para enriquecerse, hacerse poderosos y poder hacer sus maldades escondidos en una leyenda de sí mismos que ellos mismos han creado.

Tratan de sacar de su camino a quien se les ponga en frente, utilizando todos los medios en sus manos, porque no les parece valioso nada o nadie que a ellos no les sirva para hacerse poderosos y ricos. Y, si estás contra ellos, cuídate, son capaces de destruirte.

Pero, como siempre digo, esa especie subhumana que se hace pasar por «periodistas» y por «luchadores» de una libertad de expresión que han arrebatado a su verdadero dueño, el pueblo, son nada más que pedazos de mierda bien vestidos, con propiedades materiales pero sin un solo valor que inculcar a nadie, a pesar de sus repetitivas cantaletas pro libertades y valores.

Esos pedazos de estiércol andante no merecen ni siquiera ser nombrados aquí. Son tan insignificantes que se compran un lugar en la historia a punta de billete, poder y de infundir temor en sus contrarios.

Deben saber, falsos profetas, estafadores de la opinión pública, piratas de las esperanzas y violadores de la inocencia del pueblo, que yo no les tengo miedo y les seguiré haciendo la guerra. No tengo su plata, no me alimento -como ustedes- de falsas leyendas inventadas por ustedes mismos y «volteadas» por sus «leales» empleados que se arrastran por las migajas que caen de sus opulentas mesas.

Ustedes, su dinero, su falsa lucha por las libertades, su poder, sus poses de héroes y sus sobones de turno pueden irse a la misma mierda de donde salieron, con todos los gastos pagados por mi desprecio y un buen vómito de asco en su orgullo autofinanciado.

Ojalá algún día su locura y su descontrol desaparezca y sepan diferenciar el oro del lodo en el que viven.

Miserables, ¡feliz día de cualquier cosa! Yo sí duermo tranquilo.

domingo, 28 de setiembre de 2008

¿Creatividad o coincidencia? El quinto pie del gato de Hugo Guerra en El Comercio.

Buscando una columna mía en la red, me encontré con una escrita en abril de este año por Hugo Guerra, ex subdirector del diario El Comercio, titulada "El quinto pie del gato".

Como saben mis lectores, este nombre se lo puse a mi columna publicada en una revista en marzo de 1999 y luego a este blog a inicios de este año.

O yo no soy lo suficientemente creativo y sale alguien que le pone el mismo título a su columna después de algunos años o el buen Hugo (que sabe perfectamente que este es el nombre de mi columna desde por lo menos el 2001, cuando tuvimos un encontrón judicial dolorosamente manipulado por El Comercio y sus amigos del momento) se choreó olímpicamente el nombre.

Como estoy en la racha pacifista de mi vida, lo tomaré como una coincidencia.

Aprovecho para mencionar que, gracias a mi artículo sobre la salida de Morey de RBC, este blog se ubicó en el puesto 31 de los más populares en el ranking de una de las comunidades de blogs más querida por los bloggers. Nada mal para un renegado que nadie enlaza y que no hace tanta bulla. Creo, ¿no?

Iba a escribir sobre otra cosa, pero lo haré más tarde nomás. Por escribir esto, me olvidé que los fideos estaban en la olla y se me pasaron... ¡aajjj!

viernes, 19 de setiembre de 2008

[ el quinto pie del gato ] lo advirtió: Morey se fue de RBC

Esta mañana leíamos en La República:

Luis Alfonso Morey renunció ayer a su cargo como gerente general de RBC. Hasta el cierre, Morey no contestaba el celular, aunque, según rumores, sucumbió a las presiones para sacar a César Hildebrandt del aire.

Las Chiquitas de Correo eran aún menos específicas:

Baja en RBC
Luis Alfonso Morey renunció ayer, sin dar razones, a la presidencia del directorio, la dirección general de prensa y la gerencia general de RBC-Canal 11.

Por su lado, las Carnecitas del diario La Razón tuvieron más suerte (¿será que el corazoncito naranja de Morey se enterneció?). Ellos informaron así:

Renunció Morey
Luis Alfonso Morey presentó ayer su renuncia irrevocable a los tres cargos –gerente general, miembro del directorio y director general de prensa– que desempeñaba en Canal 11 desde noviembre del año pasado. En breve declaraciones a Carnecitas dijo que se retiraba satisfecho de la misión cumplida y que le deseaba el mejor de los éxitos al propietario, Ricardo Belmont.

Ya lo había anunciado yo cuando Morey firmó contrato con Hildebrandt. Refresquemos la memoria leyendo mi post del sábado 30 de agosto del 2008, titulado: "Hildebrandt y Morey: ¿Quién es el perro y quién el hortelano?".

Actualización.

Sábado 20 de setiembre. Ping-Pong con.... Luis Alfonso Morey: "Me voy de rbc por diferencias con Ricardo Belmont". Ex gerente se niega a dar los motivos que lo hicieron renunciar irrevocablemente a Canal 11. Lee todo aquí.

miércoles, 17 de setiembre de 2008

¿Solo la publicidad estatal?

Hoy apareció esta noticia en peru21.pe. Ojalá alguien se atreva también a hacer el mismo estudio, pero en relación con la publicidad de empresas privadas, que también controlan qué se dice y qué no...



El reporte de la Asociación por los Derechos Civiles señala que la publicidad estatal se ha convertido en una forma de domesticar a algunos medios de comunicación.

AFP. Arbitrariedad a la hora de conceder publicidad estatal, pago a periodistas, abuso de poder o inspecciones son algunas de las prácticas que los gobiernos ejercen para domesticar a los medios de comunicación en América Latina, según un informe divulgado este miércoles en Costa Rica.

“El precio del silencio”, realizado por la Asociación por los Derechos Civiles= y la Open Society-Justice Initiative , analiza lo que denomina “el abuso de la publicidad y otras formas de censura indirecta” en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, Perú y Uruguay.

Los principales mecanismos de manipulación se dan a través de la publicidad oficial, según el informe realizado entre enero y octubre de este año y financiado por el Open Society Institute, del financiero y filántropo estadounidense de origen húngaro George Soros, y el Banco Mundial en el caso de Honduras.

Los gobiernos nacionales, provinciales y locales usan la zanahoria de la publicidad para condicionar contenidos, pagar directamente a periodistas o acallar a los medios independientes y opositores.

Según Eduardo Ulibarri, presidente del Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (IPLEX), todos los países estudiados sufren en mayor o menor medida este tipo de prácticas, pero en Honduras y Colombia la censura “indirecta” o “sutil” es generalizada.

En Honduras, el manejo de la publicidad oficial está, prácticamente, en manos del secretario privado del presidente y se utiliza “sistemáticamente para comprar coberturas periodísticas favorables o silenciar las voces críticas”.

“Los pagos directos del gobierno a los periodistas por dudosos servicios de comunicación son una práctica institucionalizada”, asegura el informe, que también pone en evidencia que los “abusos están muy extendidos a nivel provincial”.

Algo parecido ocurre en Colombia, donde existe una “distribución irregular” de la publicidad oficial y es habitual el “pago a periodistas y otros productores de contenidos en concepto de publicidad, con el objetivo de debilitar su independencia”.

Si en algunos países, como Argentina o Perú, la situación ha mejorado a nivel nacional, a nivel local los abusos en la distribución del pastel publicitario oficial está “plagada de manejos abusivos”.

El único país del estudio que mejora en la utilización de este tipo de prácticas es Uruguay, donde la investigación muestra que actualmente la “asignación abusiva no constituye un patrón de comportamiento del gobierno”.

En Costa Rica, la publicidad oficial es en general contratada por instituciones autónomas, aunque el gobierno central “no resulta inmune a abusos graves” en la materia, señala el informe.

sábado, 13 de setiembre de 2008

¿Blogger? NO: Webber

El 31 de agosto publiqué en .j e e s - x o r c i s m o. una nota titulada "¿Por qué no fui al BlogDay?". En esa nota, concluí que [gracias a los bloggers peruanos] ser blogger dejó de ser cool.

Unos días después, Alan García le sacó la mugre a los blogs y dijo que eran chismosos. Los bloggers contraatacaron. Ofendidos. Un ser inferior a ellos, los nuevos adalides de las mayores libertades, los había tocado.

Luego, Rosa María Palacios escribe una columna proponiendo una iniciativa que luego algunos bloggers llaman "Adopta un congresista". Y empieza un movimiento underground maravilloso, mesiánico, que pretende crear una superestructura virtual que controle al primer poder del Estado. Y lo peor es que se la creen.

La prensa se autodenominó "cuarto poder del Estado" en algún momento en el que se conflagaron casi tantos egos necesitados de aprobación como los que hay hoy en RBC. Hoy los bloggers son "más" que la prensa, mejores que la prensa, son una "esfera". Una "esfera chola" dicen. Una "cholósfera" se autodenominan, sin saber que "cholo" es un término despectivo usado en referencia a los esclavos y que significaba perro.

En resumen: los bloggers, que tienen que armar sus propios eventos para sentirse reyes tuertos en un planeta de ciegos y se premian entre ellos para sentirse satisfechos con lo que hacen en sus muchos ratos libres y que les reconocen a veces con pequeños cheques semestrales de Google o sueldos de Inventarte -una estrella fugaz que compra la libertad que muchos sueñan y la quieren volver negocio-, se sienten hoy la última chupada del mango, la última Coca-Cola del desierto, la mamá de Tarzán y demás clasificaciones narcisistas de primero de primaria.

Es por ello que quiero dejar en claro que nunca fui blogger y que hubo un momento en el que su nueva presión intentó hacerme creer que lo era. Por suerte me percaté rapidito, en pocas semanas. Y ahora me doy cuenta de que fui, soy y siempre seré un "webber". Es decir, alguien que tiene sus webs como "webeo", que escribe en ellas únicamente cuando su trabajo real le permite quitarle unos minutos al sueño reparador de quien trabaja de verdad y no alguien que tiene que inventarte una categoría que lo hace más que la prensa para sentir que su falta de chamba [de a verdad] es por una cuestión de "principios" y no de incapacidad de adaptarse a un mundo real en el que un botón de shift no te convierte en una mayúscula repentinamente.

Yo webeo, no blogueo. Gracias a Asimov y su dios de Fundación. Yo estoy sentado en el Nabucodonosor, no peleando en una pantalla contra códigos HTML o scripts que me roban la personalidad con lentes oscuros que no reflejan mi dolor de no ser nadie. Yo soy quien soy, no lo que hago en mi pantalla.

Yo soy un webber, no un blogger.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...